Hola, antes que todo quiero que sepas que no te guardo rencor, no te..." /> «A ti que ahora estas con él…» – El Perla Negra

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Vida

Publicado en abril 13th, 2015 | by Shanti G.

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«A ti que ahora estas con él…»

Hola, antes que todo quiero que sepas que no te guardo rencor, no te tengo coraje ni desprecio, mucho menos siento odio por ti; ninguno de esos sentimientos negativos que regularmente suelen surgir hacia la nueva pareja del «ex».

Al contrario, realmente admiro tu valentía al aceptar y sostener una relación así, tan incierta y eventual, yo no pude continuar más con ese agobio, inseguridad y altibajos emocionales, así que siendo él, el amor de mi vida, decidí darle la mayor prueba de amor… dejarlo en libertad. Fue una verdadera pena que nuestros sentimientos, pasiones e intenciones dejaran de coincidir, como ya te habrás dado cuenta, él es un chico libre y apasionado, amante egoísta de su libertad y yo también soy una mujer libre y apasionada y sin duda amo mi libertad, pero de forma distinta, yo sí deseaba compartirla.

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No te culpo, ni te juzgo, lo conozco muy bien y sé que es bastante audaz y perspicaz para manipular las situaciones a su antojo, de la manera más asertiva y conveniente para él. Sé que no es nada fácil saber sobrellevar y controlar esa especie de turismo emocional que genera tanta inestabilidad, sé exactamente cuál es tu posición… cuál es tú papel, no olvides que así como alguien más estuvo antes de mí, yo también estuve antes de ti en el mismo lugar haciendo justo lo que tú ahora haces, yo también me la jugué y aposté todo con esa misma espera, vibra, ilusión y entusiasmo. Y solo por si te lo preguntas… No, no me arrepiento de nada, pues lo hice de corazón, de una manera naturalmente auténtica. Digamos que fue una especie de autodestrucción pues a pesar de que estaba consciente de la realidad y del amor efímero al que me exponía, creía en esa misma magia que ahora sientes cuando sostiene tu mano, besa tu frente, acaricia tus mejillas o estás entre sus brazos. Creí en sus palabras, en sus miradas, en sus sentimientos y caricias, o quizás los malinterpreté, ya no sé; sólo de una cosa estoy segura, del miedo que siempre le tuve a esa facilidad y soltura con la que se refería a sus «ex parejas», pues temía que de la misma manera yo pasaría a engrosar la lista de una más en su vida y lamentable o afortunadamente así fue.

Ahora que tú estas con él, de corazón deseo que Dios los bendiga, que disfruten lo que tengan que disfrutar, que vivan lo que tengan que vivir, que duren lo que tengan que durar y que la sabiduría siempre los acompañe. sí me permitieras proponerte algo para tu propia comodidad, sólo desearía que fueras más cautelosa con tus sentimientos, emociones e ilusiones. Andar entre las nubes y a su lado es lo mejor que te puede pasar, pero el empujón al suelo es más doloroso cuando es totalmente inesperado. Dichosa tú, que ahora caminas a su lado, sin embargo, para ser sincera no sé quién sea más afortunada en este momento, sí tú al tenerlo en tu vida o yo al perderlo.


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Aún me rehúso a no aceptar y mucho menos entender este mundo tan extraño, tan extremo y tan complejo. De sentimientos tan efímeros e inciertos, impulsos desenfrenados, decisiones vulnerables e irrazonables y comportamientos tan disparatados.



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