Abrázame… Te regalaré la inmortalidad
Abrázame. Acoge mi cuerpo frío en tus cálidos brazos, cerca de tu pecho en el cual palpita un corazón sereno.
Abrázame. Déjame sentir muy de cerca tu respirar callado. El aliento que roza levemente mi oído cuando susurras palabras hermosas.
Abrázame. Ahora que la oscuridad habita y en esa misma oscuridad existo, hasta llegar el alba cuando habré de refugiarme de la luz del día.
Abrázame. Quiero sentir tu calor humano en tu piel desnuda. Sentir tus manos tocando la mía condenada. Tentadora y pecadora.
Abrázame. Con tus ansias de hombre estrújame. Lléname de tu vitalidad y tus insaciables y sensuales deseos. Deja salir tu salvaje y erótico ser.
Abrázame a la luz de la luna. Peca conmigo y te enseñaré el paraíso en el infierno que vivo. ¡Átame! A tu cama y a ti.
Abrázame y gózame entera. De pies a cabeza hazme tuya. Dejemos que este amor imposible y maldito, brote como la sangre brota de una herida fatal.
Abrázame y dame de beber tu sangre. ¡Déjame beber tu sangre que es vida! Devuélveme un poco de lo que la luz me robó.
Abrázame que voy a matarte mortal humano y te llevaré a mi mundo oscuro y siniestro de los hijos de Caín y conocerás conmigo el mundo inmortal.
Abrázame y muere.
Abrázame y vive.
La diferencia es muy vaga, si mueres vives si vives mueres. Haz de esta pasión mortal y vana, una pasión eterna e infinita.
Abrázame… Que vivo o muerto perteneces a mí… Yo… Vampiresa… Mujer… Demonio… Tu eterno pecado de placer.