Ahora que vuelves… Ya es tarde
Una noche más sin ti, sólo tengo los recuerdos que día a día se hacen más pesados con tu ausencia; eso pensé durante mucho tiempo después de que te marchaste, así se volvieron mis días desde aquella noche. Ahora de la nada vuelves a mi vida y pretendes que te reciba con los brazos abiertos, pretendes que siga idolatrando cada uno de tus besos, cada uno de tus detalles.
Dime, ¿qué esperas de mí?, después de tu gran ausencia obtuve duelo de tu presencia; hoy vuelves y no me es sencillo mover todo aquello que juré no volver a tocar, aprendí a quererte lejos de mí, luché contra mis demonios internos, les tuve que hacer entender que no estabas más, que no podían seguir anhelando algo que ya no estaba.
El tiempo sigue su transcurso y uno no puede quedarse para siempre en el mismo lugar, tuve que aprender que a veces hay sentimientos que no son correspondidos y comprendí que si te marchaste fue porque ya no sentías más amor por mí.
Fue tan duro saber eso, saber que era la única que mantenía a flote el barco que una vez ambos timoneamos, tarde o temprano me agotaría de andar yo sola con tanta carga; me dejaste y no te reprocho nada, al contrario, acepté que lo que era lo mejor para ti, eso en teoría tendría que estar bien para mí; pero ahora te postras en frente mío y te parece tan extraño que mis ojos ya no brillen al cruzar tu mirada, que mi cuerpo no tiemble ni reaccione a tu tacto.
De verdad que has quedado sorprendido, argumentas tu partida con un perdón tan vacío y ahora dices que te diste cuenta de lo que significó para ti, de lo especial que soy y de lo que valgo como mujer; así como ahora estás completamente seguro de que me amas, yo no dudé de lo que en ese momento significabas en mi vida; qué ironía, mientras tú estabas tan confundido y no tenías claro lo que sentías por mí.
Se dice que “nadie sabe lo que tiene, hasta que lo pierde” y ahora tú me vienes a mostrar qué tan cierta es esa teoría. Te lo digo ahora, ya es tarde para nosotros, ya no sueño con un nosotros, eso acabó ya hace algún tiempo, es tarde para un perdón. Sinceramente no tengo nada qué perdonarte, pues no hubo ninguna ofensa con tu partida…
Espero que aprendas de tu lección, porque ahora yo aprenderé nuevas cosas con alguien más.