Ahora siento de nuevo las famosas maripositas…
Después de haber guardado miles de recuerdos en un rincón, de haber puesto en «delete» la mayor parte los días de un año sin memoria, de perder la llave que abre el candado que guarda mi corazón y una infinidad de sentimientos en proceso de renovación y sanación que no fueron correspondidos y destruidos por el paso del tiempo y de algunas personas, llegó sin esperarlo el momento en que comienzo a recordar lo que es ese bello sentimiento de cuando ves a lo lejos a esa persona que podría ser tu futuro “quizás”…
Aunque algunas veces me cuesta un poco de trabajo aceptar lo que siento, entender esas maripositas que están en mi estómago cuando existe la posibilidad de cruzarme en mi camino con esa persona especial, me cuesta entender el hecho de que me lata el corazón tan fuerte como si fuese a salirse de mi pecho cada vez que voltea a sonreírme y me dice “hola”, me cuesta trabajo recordar y darme la oportunidad de sentir lo que es que te guste e interese alguien, pero sobre todo recordar lo que es que tú le gustes y le intereses a alguien de verdad.
¿Confundida? Seguramente, después de todo no es fácil comenzar de nuevo una relación… o mejor dicho no es tan fácil recordar cómo es que se tiene que actuar cuando comienzas una nueva relación… cómo es eso de esperar a que me hablen o me busquen, cómo sobrevivir a los interminables nervios y a la extraña sensación de ansiedad cuando suena el teléfono y espero que seas él la persona que se encuentre del otro lado de la línea, cómo dejar de pasear frente al espejo probándome más de mil faldas, playeras, blusas, pantalones y zapatos preguntándome cuál es el outfit que le puede gustar más… ¿Complicado? Mucho… pero sé que ese ser especial me ayudará a poner las piezas del rompecabezas en su lugar y me recordará como es que debe uno disfrutar una relación y dejar a un lado las telarañas y las confusiones mentales que se crean en un vaso de agua por el simple motivo del pasado.
¿Desconfianza? Obviamente… claro que desconfío y no precisamente de la persona sino de las circunstancias, de la relación, de los momentos, de las palabras, de las acciones… simplemente de la experiencia y del pasado… sé que es un error, pero es inevitable no desconfiar… sobre todo después de que destrozaron mi corazón y pasé por un largo periodo de recuperación, no es sencillo confiar en alguien y entregarle la llave del cofre donde esta mi corazón guardado. Pero estoy segura que me dará más de un motivo para confiar y para creer en lo que dice y hace. Sé que será cuestión de tiempo para que todos esos miedos y desconfianzas desparezcan.
El punto es no ver todo negativo, porque si comienzo de esa manera ahora que estoy conociéndolo no podría darme la oportunidad de disfrutar y re descubrir las maripositas que siento en el estómago cada vez que escucho una canción que me recuerda a él, cada vez que recibo un mensaje o una llamada suya y cada vez que me dice algo que me hace sonreír. Además merezco ser feliz.
¡Dejaré entonces fluir mis mariposas por ti!