Aún te recuerdo…

Cada día que pasa tu ausencia duele menos, poco a poco te vas convirtiendo en un triste recuerdo, que claro tuvo sus momentos de felicidad, ahora que hago recuento fueron mas buenos que malos momentos, lo malo realmente es lo que siempre recordamos y es lo que más duele y más pesa.

Hoy aún recuerdo esas mañanas en las que en mi escritorio encontré dulces, o aquellas veces que te acompañé a recorrer la ciudad, recuerdo cuando cantaste aquella canción en el área de fotocopias, o la vez que sin querer muy a propósito te asusté. ¿Recuerdas aquella vez en el metro?, había a nuestro lado un corazón roto y otro que empezaba a latir, fuimos tangibles cada minuto, cada segundo; aún estando lejos seguíamos tan unidos.

Hoy han pasado varios meses en los que la ausencia se va acrecentando cada día más, como siempre lo he dicho, te adaptas a la ausencia pero nunca te acostumbras, que de cierto era esa frase que me decías «hasta en una canción me vas a encontrar« y es cierto, me hiciste adicta a tu música; cada una de esas canciones que escuchamos juntos, hoy en día al escucharlas a solas te traen a mí. Te soy sincera, hoy lo reconozco y te lo digo, aún te extraño mucho, eres aquello que no pensé dejaría escapar, pero hoy he aceptado y me doy cuenta que cada minuto que pasábamos juntos, más nos lastimamos, más acrecentamos dolores y ausencias, más nos odiamos antes que amarnos, más dudamos en vez de confiar.

Al menos no fuimos tan efímeros, nos dejamos huellas, aromas, recuerdos tan tatuados, que hoy son parte de nosotros, somos una vivencia, somos un anhelo, fuimos un sueño y por un breve momento en este espacio; fuimos tan tangibles que sabemos que para ambos existimos, que aunque hoy en esta enorme distancia a veces nos odiamos, otras más nos extrañamos. Y sí aunque cueste reconocer, otras más nos soñamos y escuchamos, a veces sólo a veces, suplico que ya deje de doler, pero entiendo que duele porque fuiste verdad y eso nunca quiero olvidarlo ni dejarlo pasar.