Aunque tu corazón no sea mío
Hola, ¿cómo estás?
Verás, estoy aquí de nuevo, una noche más escribiéndole al recuerdo, a tu recuerdo, a ti. Y es que la verdad ni sé por dónde empezar, tampoco cómo terminar. Tampoco sabré cuánto será suficiente. Sólo espero que un día vuelvas a leerme, así como ayer.
Tú no lo entiendes y tal vez jamás podrás entenderlo, pero la verdad es que no sé cómo decirte hola, no sé cómo decirte que te extraño. Créeme te he extrañado todos y cada uno de los días, a todas horas y no consigo hacer que desaparezcas. Te he escrito 33 cartas y ninguna has respondido y aunque grite tu nombre al viento jamás llegarás de nuevo a mí.
Aunque tu corazón no sea mío, yo sigo queriéndote. Muero de ganas de llamarte por las noches y poder platicar contigo. Ya no puedo expresarte de manera directa mi querer, expresarte mis sentimientos, en sí todo lo que siento por ti y es por eso que lo hago de esta manera, pues no tengo otra opción. Todo lo que siento por ti es amor, es lo único que se me viene a la cabeza cuando te pienso y la verdad me agrada.
No consigo poder olvidarte, cada que despierto por las mañanas eres lo primero que pienso y lo último por las noches antes de dormir por si acaso llegara a soñar contigo, decirte lo mucho que te he echado de menos, que a veces me hacen falta tus berrinches, tus enojos, tus risas, tus bromas, tus palabras… y si esto no es amor, entonces dime qué es y en qué me he equivocado.
Cierta noche vi una foto tuya y no pude resistir viajar al pasado y recordar algunos momentos que tú y yo pasamos juntos. Mientras todo eso pasaba, tomé mi cuaderno y mi pluma para plasmar una mezcla de sentimientos encontrados mientras me preguntaba por qué a mí, sin poder encontrar una respuesta lógica.
¿Cómo no seguir enamorado del pasado?, si se me dibuja una sonrisa al recordar todos esos momentos que pasamos juntos. ¿Cómo llevar la frente en alto?, si el amor al que más he amado se ha ido para siempre de mi lado. Me gustaría volver a encontrarte, volver a ser tu persona favorita, quisiera volver a ser todo lo que tú querías, con quien pudieras hacer mil locuras.
Tal vez no te des cuenta de que lo eres todo para mí, que sigo enamorado de ti o tal vez yo sea un inocente y ciego por no querer aceptar la realidad. No seamos cobardes, olvidemos al mundo entero y digámonos de frente lo que en verdad sentimos, aunque tu corazón no sea mío, pero quiero escucharlo salir de tu boca sin importar cuán doloroso sea… mientras sea la verdad con eso me basta.
Y es que tú desnudabas mi corazón con tu miraba, me ponías a temblar en cada beso que me dabas, que cuando estabas cerca de mí no sabía qué pensar, no sabía qué decir. Lo nuestro era bonito, teníamos tantas cosas por vivir, tantos sueños por cumplir y toda una vida para amarnos.
Sería tonto pensar que un día volvieras a decir que me amas, que no has dejado de hacerlo, que te has equivocado, que te has llenado de valor y que piensas enfrentar lo que se avecine a mi lado, olvidar todo y empezar de nuevo, sin juicios, solos tú y yo. Pero sería mucho pedir y tal vez ese día nunca llegue, aunque ¿qué tal si llegara? Ni te imaginas lo que yo daría, lo que yo haría para que se pudiese dar de nuevo.
Pero aunque tu corazón no sea mío y aunque toda esperanza se haya muerto… yo te seguiré escribiendo.
Con amor, José Ángel.