Carta a mi «yo» interno
Para ir aprendiendo a aprender se necesitan ganas de quererlo hacer… De la distancia aprendí, el valor de ser paciente, para tener la fuerza interna de poder esperar sin enloquecer. La distancia física es distinta a la emocional, entendí que quien te ama de verdad, nunca sumará los kilómetros, sino al contrario, restará el tiempo y reducirá el espacio, cualquier cosa será el medio para llegar hasta a ti.
El dolor me ha ayudado a ser más fuerte y aunque nada pueda aniquilar por completo el sufrir de un corazón herido, después de que la ultima lágrima se seca, todo vuelve a estar en paz. He aprendido a vivir con el corazón roto y aun quebrado, sigue latiendo y en cada palpitar, un minuto más de vida te da… No importa qué tan quebrado esté, siempre seguirá latiendo dentro de tu piel.
Cuando un amor se va, el panorama siempre se hará más extenso, los amigos y la familia por lo regular te apoyarán. En los silencios largos descubrí mi voz interna que a grandes gritos me muestra el camino, mi propio camino, mi propia luz…
Siempre habrá a tu alrededor alguien que te extienda la mano, siempre existirá un corazón dispuesto a seguir, dispuesto a amar, dispuesto a ser incondicional. En los cuentos siempre existen los villanos, pero también hay super héroes, quienes estarán a tu lado para cuidarte mientras tus heridas van sanando.
Siempre habrá una boca que te brindará las palabras de aliento que te permitan seguir para poder avanzar. Siempre habrá una persona que te regalará su mejor sonrisa llena de sinceridad. Nunca estarás completamente sola si tú no te aíslas; para sanar es necesario llorar, para reír sólo basta hacer un pequeño gran esfuerzo por querer sonreír.
Para ser valiente es necesario perder algunas batallas, para ser tu propia heroína, tienes que matar a la villana que vive dentro de ti misma, es necesario ahogar las penas, aniquilar el dolor… Para amarte a ti misma necesitas una verdadera revolución de amor. Y todo, absolutamente todo, es necesario y vale la pena…
Todo lo que se hace en pro del propio amor, siempre será la mejor decisión, es lo correcto
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