Es en la oscuridad de mi alma cuando comienzo a escribirte, c..." /> Carta para quien se va… – El Perla Negra

Síguenos en Facebook:


Historias

Publicado en abril 25th, 2015 | by Paola Romay

0

Carta para quien se va…

Es en la oscuridad de mi alma cuando comienzo a escribirte, cuando por más que lo intento no puedo arrancarte de mi pecho. Has marcado de tal modo mi existencia, que resulta imposible olvidarte, amor…

He estado viviendo sin vivir, he estado mirando sin siquiera entender lo que traspasa a mis ojos. Es latente tu recuerdo mi bien; es tan fresco aquel instante en el que tus labios y los míos conocieron otros mundos; en el que tú y yo creamos un nuevo universo.

Cuentas Netflix

¿Qué hay de ti? ¿No sientes lo mismo? Pareciese que no sientes ni la más mínima parte de lo que hoy a mí abruma: tu ausencia. Pareciese que no buscas mis latidos como yo a los tuyos; pareciera que no quieres juntar nuevamente nuestros pasos, que se dirigían a ningún lugar, en ningún tiempo.

Pensando ingenuamente en cada partida tuya, que nuestro karma sería el reencontrarnos, el tenernos a ratos, el amarnos hasta morir, para revivir cada quién en su sitio. Ciclo tan dichoso, pero al mismo tiempo tan doloroso. Mi corazón ha llegado a marchitarse por tu partida.

Veo a esa incertidumbre que me recuerda todo el tiempo que no estás, que te has ido nuevamente y quién sabe si gustes o desees volver. Te he soñado mi alma, te he tenido en la mente ya un millón de veces, que los días comienzan a perder forma. La vida comienza a perder luz, comienza nuevamente, a necesitarte.

va

¿En dónde estás que no te siento? Te abrazo a distancia, te abrazo aunque no estés.

Ha pasado ya mucho tiempo y sigo sin saber de ti… Continúo en la espera de este amor, que me ha hecho enmudecer y respirar, que me ha hecho observar tu inmensidad, tu inmensidad atrapando a la mía, siendo una sola. Quiero ludir de nuevo nuestros mundos, ludir el alma y los labios, hasta perdernos en ese abismo creado entre tú y yo. Quiero repararte como siempre,  besar tus cicatrices. Quiero vida mía, que me obsequies uno más de tus días, para tenerte, para mirarte por última vez y que sepas cuán infinita es mi adicción a ti, que des cuenta que sin ti no hay historia; que sin ti amor, nada soy.

Llegará un momento en que estas ganas tan inmensas de tenerte se esfumen, vendrá el instante en que no pueda esperarte más, en que no pueda más con tu recuerdo martirizando mi interior. Ese interior tan tuyo, en el que escarbaste y dejaste un hueco irreparable, un reflejo del momento en que uniste a tu piel con la mía.

Quien no ha sufrido hasta en la sangre no ha amado con el alma, no ha abierto su espíritu.  No ha sabido arriesgarse, a perder la vida misma. Comprendo que nunca fuiste, ni serás mío; eres de ti mismo.  Y doy por hecho ahora que no estás: tengo el alma hecha pedazos.

No sé si vuelvas mi bien, por más que muera por irte a buscar, desconozco el final de esta historia; pero escucha, sólo he de pedirte una cosa: mantenme en tu mente amor, piensa en mí. Piensa en mí del modo más exquisito, más sublime, más amargo. Recuérdame como aquella persona que te quiso como nunca y que encontró esa dicha en ti, como en nadie más. Como en nadie, nunca.

Que te vaya bonito amor… Que te den lo que no pude darte, aunque de mí, te haya dado todo.

Cuentas Netflix


Publicado por



Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Subir ↑