¡Confía en ti mujer!

Cuando un día te levantas y te das cuenta que con la única persona que cuentas es contigo mismo, quizá por un momento llegue un pánico que pueda dejarte congelada y sin color, que las manos te empiecen a sudar, te preguntes: ¿por qué yo?

Quizá te invada una nostalgia inmensa cuando rodeada de gente «incondicional» soñabas conquistar el mundo. Y hoy, te cuestiones: ¿dónde están?

Cuando en una noche fría, viendo TV abraces tu almohada y te des cuenta que es la única que te ayuda a soportar esa soledad al estar prácticamente pegada a ella, cierras los ojos y desconcertada preguntas: ¿por qué a mí?

Antes que la maldita depresión que está lacerando, dañando y matando empiece a invadirte, recuerda que aún existe una canción que dice lo valiosa que eres, una canción que saque a flote aquella esencia de la cual siempre estuviste orgullosa, que te recuerde esa fuerza interior que te ha demostrado que los retos sueles superarlos.

Esa canción que al estarla cantando y bailando te hace volar… ¿Volar? ¡Sí!

¡Eso es!… Volar… Sentir esa libertad interior, esa brisa que estremece, ese encanto por volver a hacer lo que quieres y esas ganas inmensas de abrir tus brazos, de saber que puedes, esas ganas de echar a la basura todas esas preguntas que antes te hiciste y que sólo lastiman.

Esa canción que ayer y hoy te hace que recuerdes la pregunta que ya no debes olvidar nunca.

Píntala, grábala, ponla en tu mente, en la piel, en el corazón, esa pregunta que te devuelve la fe y la seguridad… Esa pregunta que cambia lo que pudiste ser y lo que definitivamente serás…

Y ¿por qué no?

Si hoy ya llegó a tu mente… Mujer hermosa, guerrera de mil batallas, ya estás lista para seguir tu camino, pero hoy con una evidente seguridad de que nadie te dirá qué hacer, ni qué decir… Porque eso ya ha quedado claro para ti.

Así que respira hondo y grita a los cuatro vientos: