Correr el riesgo de pedir lo peor
Quiero de ti lo peor, de entrada y como premisa lo pongo a conocimiento de la mente de ambos. Quiero me hagas trizas, quiero tu mejor golpe y lo quiero hoy, no quiero que lo guardes para después, no quiero que llegue el día en que sin estar preparado llegues de la nada y con un abrazo de despedida me rompas el corazón, que créeme… quizá ese día no esté lo suficientemente preparado, pero hoy, hoy te aguanto lo que sea.
Quiero que me dejes plantado en una cena romántica que he preparado para ti la noche de hoy, quiero llamarte y que no me contestes, quiero buscarte en los lugares que acostumbras y no encontrarte, quiero terminar cenando en mi casa una cena para dos y hacerme de una velada imaginaria.
De ti quiero primero el final para saborear lo agridulce y el sinsentido de vivir enamorado y no ser correspondido. Quiero ir de atrás para adelante, porque si sobrevivo al final seguramente viviré en una eterna felicidad en mi camino contigo hacia nuestro inicio.
¿Qué jamás te habían pintado así una nueva historia de amor?, ese problema no es mío y es tuyo, yo ya aprendí a perseguir los riesgos y alcanzarlos, aquí la apuesta a los mejores días del resto de tu vida es tuya y solamente tuya, lo tomas o lo dejas.
Pongamos punto final a nuestro fin, así sin más, dejemos de existir en nuestros mundos y sigamos adelante. ¿Que estoy siendo algo duro contigo?, peores cosas me han pasado y mírame, sobreviví.
Mis ofrecimientos hacia ti son sinceros y con garantía de satisfacción, no gastaría una oportunidad a tu lado sin saber de lo que estoy hablando…