De eso se trata; de ser feliz…
Me he dado cuenta que para ser feliz se necesitan menos preocupaciones, menos amistades falsas, menos problemas y más amor.
Me di cuenta que madurar y crecer, es entender que no todos te pueden querer de la misma manera, que en cualquier momento vendrán traiciones, y que debes de enfrentarlas con la cabeza en alto.
Para ser feliz se necesitan menos amigos hipócritas, menos gente que te robe la energía, se necesitan más personas que te contagien de buena vibra, que te hagan perder la noción de tiempo, que te inspiren, que motiven, que quieran conocer más de ti.
Para ser más feliz, se necesitan momentos en silencio, pláticas eternas, llamadas a media noche, mensajes inesperados, o el simple sonido de la lluvia.
Hoy soy más feliz porque dejé de preocuparme de quienes no se preocupan por mí, dejé de preocuparme de los chismes, dejé de involucrarme en amistades que no me dejaban nada bueno y empecé a ver por mí misma sin importar lo que dijera la gente, sin importar si hacía daño o no; pues a veces el egoísmo propio está bien, al fin y al cabo con la única persona que siempre estaré será conmigo misma.
No le doy el gusto a nadie, hago lo que quiero porque quiero.
Hoy soy más feliz porque en mi vida ya no hay personas sin energía y con mala vibra, ya no hay personas falsas e hipócritas, ya no hay chismes que me hagan amargarme y no hay cargas que deba llevar conmigo.
Perdoné a todos los que me hicieron daño, decidí dejar ir a todos aquellos que no merecían mi compañía y les abrí las puertas a las personas que realmente valen la pena.
Ser feliz es dejar ir, es disfrutar de los días por más sencillos que sean, es entender, que no todo es fácil, que la vida no es sencilla, pero que tú decides cómo y con quién irte complicando día a día.