El amor se fue a la nada…
Y fue así… Simplemente el silencio invadió la habitación.
¿Se oía acaso tu voz, la cual pedía que no se fuera?
No creo.
Porque de otra manera no lo hubiera hecho.
Bien decía la abuela que no hay que guardar el dinero sólo en una bolsa… Si te lo roban, te quedas sin nada.
Así es con el amor…
Das hasta de más y en unos segundos y en un azotón de puerta se va todo.
Aunque ¿has pensado qué es todo?
¿Qué es en verdad lo que ha sostenido este romance?
¿Dos o tres palabras o una cama apasionada?
¿Una promesa rota que se fue por el caño?
Ah pero tú aferrada… ¿Aferrada a qué?
Creo que es hora de despertar de ese sueño creado por ti.
Ese sueño que tienes que entender que no se hará realidad.
Ese amor que fue divertido, impresionante, tanto como cuando la nieve se forma y desde su textura tienes la posibilidad de sentir algo diferente, se va.
Podías crear, podías armar los escenarios más maravillosos, podías acostarte en ella y hacer mil formas con tu cuerpo, así como lo hacías con él.
Así como sentías que se fundían en uno solo.
Pero duró lo que el invierno.
Fue un periodo de tiempo.
Fue una aventura inolvidable.
Pero ya pasó.
Llegó la primavera y todo lo fue derritiendo.
Todo se perdió entre los paisajes, las risas se hicieron agua y el amor… El amor se fue a la nada.