El día que llegues a mi vida
Aún no te conozco pero sé que llegarás.
No sé quién seas, ni cómo te llames, o cómo luzcas. Pero sé que llegarás algún día a mi vida y ya no te irás. Te he esperado mucho tiempo y la impaciencia me ha hecho confundirte un par de veces, siempre esperando tu llegada. ¿Cuándo llegarás compañero de mi vida? Quizás aún yo tenga cosas que aprender, otras que aún tengo que soltar y seguramente mucho que madurar.
Te espero ansiosamente pero no porque esté sola, sino porque ya deseo conocerte y encontrar en lo cotidiano de nuestros días, motivos para reír juntos y descubrir el maravilloso misterio de conocernos mutuamente y enamorarnos.
Amor de mi vida, ¿dónde estarás?
Sé que en este mundo de almas que nos creemos perdidas está nuestra contraparte, en algún lugar y en algún momento; quizás también buscando o tal vez esperando la oportunidad del encuentro.
Pero estás, eso es seguro, lo sé. Sólo tengo que ser paciente y sé que llegarás.
Prometo cuando llegues cuidar de ti y llenar tu vida de dicha y magia, hacer especiales nuestros buenos momentos y muy pequeñitos los malos.
Prometo reír contigo tus alegrías y apoyarte en tus penas. Hacer lo posible para que ambos sigamos creciendo y regalarte miles de amaneceres felices.
Tal vez esté prometiendo demasiado, pero puedes estar seguro que haré de todo para poder cumplirlo.
Te espero. Por favor, no tardes mucho, compañero de mi vida.