El infierno de extrañarte
Creí que con el tiempo mantenerme alejada de ti sería más fácil, que el enorme vacío en mi corazón se haría más pequeño, que el dolor se haría más tolerable, pero no es así; cada día despierto y lo primero que hago es pensarte, cuando duermo tú eres mi último pensamiento… Estás todo el tiempo en mi cabeza y eso… DUELE.
Hace un mes que terminé contigo, lo hice porque tú no estabas dispuesto a comprometerte, a darme más de ti, y yo siempre me quedaba esperando más de nuestra relación. Me duele estar lejos de ti, ni siquiera sé de dónde tomé el valor para terminar contigo, y muchas veces he llegado a arrepentirme de haberlo hecho, y es que estar contigo era la sensación más plena que pude haber sentido alguna vez; me hacías tan feliz con un pequeño roce, con un pequeño beso, con una simple palabra… Ese don era parte de tu encanto, la maravillosa facilidad de hacerme feliz en 1 segundo, pero claro, siempre sin compromiso, siempre sin exigencias y obviamente siempre que tú quisieras.
Pasé por alto tantas de tus groserías, tantos desplantes y olvidos de tu parte, perdoné todas las ocasiones en que olvidaste mis fechas importantes; mi cumpleaños, mi promoción, San Valentín e incluso navidad. Y es que supongo que de eso se trata el amor, de perdonar y tolerar al otro de forma desinteresada, te perdoné todo porque el simple hecho de ver tu hermosa y brillante sonrisa, hacía que no valiera la pena estar molesta contigo… Te perdoné todo hasta que se convirtió en un infierno.
Supongo que siempre fui conformista, nunca quise exigirte más por miedo a que te cansaras y me dejaras, en el fondo siempre tuve miedo de no ser suficientemente buena para ti, y es que nunca entendí como alguien como tú pudo poner sus ojos en alguien tan común como yo.
Mis amigos han llegado a odiarte, lo hacen porque están conscientes del daño que me has hecho, ellos te odian porque simplemente yo nunca podré hacerlo, en parte gracias a ellos, estoy lejos de ti ahora, siempre diciéndome: mereces más, él no te valora, si te quisiera estaría aquí, puedes conseguirte a alguien mejor; pero mi respuesta siempre fue firme: YO LO QUIERO A ÉL… Me repetí esa frase tantas veces, y cada que vuelvo a repetirla duele un poco más… Ojalá y ya no te quisiera, ojalá este infierno de extrañarte fuera más fácil.
No pasa un solo día en el que no te extrañe, paso las tardes leyendo esas viejas conversaciones de WhatsApp, esas en las que me decías cosas lindas, en momentos de auto conservación, fueron el único tipo de conversación que guardé, no las otras, no esas donde mostrabas tu verdadero rostro, no esas en las que me lastimabas, leo una y otra vez esas palabras y continúo preguntándome: ¿Qué estarás haciendo en este momento? ¿Me extrañas? ¿Me piensas como yo te pienso a ti?
Siento que me muero un poco cada día que pasa y no has llamado, cada día que se va y no hiciste un pequeño esfuerzo por saber de mí; muero un poco cada vez que reviso mi celular en busca de llamadas y mensajes con tu nombre, pero no hay nada, nada que me haga sentir que fui real para ti… Simplemente tú no estás en este infierno conmigo.