El sufrimiento hoy ya no es mi opción
Estoy harta de pasar tardes completas añorándote, aquí, a mi lado. Ya fue suficiente. Tú no volverás y creo que aunque lo hicieras, ya no habría espacio para ti. Te lloré como una loca, me encerré en mi dolor y hasta discutí con mis amigas por defenderte.
Pero ¿sabes? Hoy después de limpiar mis lágrimas frente al espejo vi dentro de mi caída mirada, lo hermosos que aún son mis ojos, sigo siendo guapa, mi sonrisa no ha dejado de ser brillante y aunque no soy perfecta, soy alguien que vale la pena. Podrá sonarte gracioso, pero así es, merezco a mi lado una persona que cuente los minutos para verme; que sienta hormigas en los dedos cuando vaya a tomar mi mano; que al despertar, revise con ansias su teléfono para ver si a medianoche le he escrito diciéndole cuánto lo extraño; que se atreva a ir a cualquier lado presumiéndome como su novia; con quien ir a fiestas y también pasar atardeceres aburridos, tirados en una cama viendo caricaturas; una persona que antes de dormir aún estando cansado, se detenga a imaginar ¿cómo sería tener una familia y una linda casa conmigo?.
Te quise, no lo niego, pero por sobre todas las cosas me amo a mí, has dejado una huella muy grande en mi vida y tal vez aún pasen varios meses donde suspirpe cuando lleguen a mi mente los recuerdos de las cosas que vivimos juntos. Pero como todo, debo aceptar que esto debía terminar y el día llegó, te fuiste y sufrí por ello, pero al fin puedo ver entrar por mi ventana un rayito de luz entre todas estas tinieblas que dejaste, porque el dolor es inevitable, pero el sufrimiento hoy ya no es mi opción.
Este mensaje es lo ultimo que sabrás de mí, me marcho corriendo, llevo mis tacones favoritos y el perfume para las ocasiones especiales. Ya se me hace tarde y he escuchado el claxon de mi pretendiente eterno, mi mejor amigo, el que siempre estuvo aconsejándome y dando palabras alentadoras en todos estos días amargos, el mismo que se enamoró de mi sonrisa con brackets en tercer semestre de prepa, quien me quiere hasta cuando estoy de malas por el periodo, el mismo que sabe todo lo que me gusta y lo que no, el que acepta mis defectos y más que una oportunidad, se merece todo lo que yo me desvivía dándole a una persona… que no valía ni una sola de mis lagrimas.
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