Eres una inmadura…
Cuando me dijiste eso al principio me dio mucho coraje pero después ya no.
Porque como siempre la noche me hizo reflexionar y me puse a pensar que…
Gracias a esa inmadurez tuve las agallas para acercarme a ti.
Gracias a esa inmadurez me atreví a romper protocolos, prejuicios y críticas.
He sido tan neta contigo, que no me ha importado hacer una y mil locuras con tal de levantarte el ánimo cuando andas con la pila baja.
He grabado infinidad de vídeos sin importar cómo luzco, sólo diciéndote ahí todas las improvisaciones que mi corazón me dicta.
Y sí cariño, gracias a eso, me enfrenté a todo lo que en ese momento no era lo ideal.
He luchado día a día por este amor, no importando quién estuviera enfrente.
Soy inmadura, pero esta mujer, que obvio soy yo, todos los días se levanta y hace una y mil cosas y aun así, está cuando la buscas.
He tocado puertas donde no hay nadie.
He escrito para ti lo más profundo de su alma y parece que algunas veces lo han intentado leer los ciegos.
Y te he dicho cuánto te amo, cuando quizá sin saberlo hay sólo sordos.
Pero qué felicidad me da saber que al ser así, no tengo ningún prejuicio y tampoco pena por compartir ésto que ahorita quise escribir.
Porque sé que cuando te veo puedo llenarte de los besos más sinceros.
Porque esta inmadura, sabe disfrutar cada segundo que está junto a ti.
Y porque mil veces haría todo con tal de estar contigo.
Me dijiste que estarás ahí cuando decida madurar.
¿Y sabes qué?
¡Sólo de pensarlo me da terror!
Mejor yo te espero, porque en el mundo de los adultos, de los serios, de los correctos, la mayoría de las veces el color que predomina es el gris y no me gusta.
Prefiero esperarte en mi mundo,porque mi mundo tiene colores, tiene magia y tiene mucho amor.
Entonces sí, tienes toda la razón, soy inmadura… ¿Y qué?
Laura Saut.