Eso no fue lo que pedí…
Muchas noches miré al cielo y pedí que llegaras a mi vida, no te imaginé físicamente; tan sólo pedía que fueras especial, que me amaras y lucharas día a día junto a mí, que te gustara mirar las estrellas, escucharme decir mil tonterías, pero también que no fueras igual a mí, que tuvieras otros gustos y que me envolvieras en ellos.
Tal vez ese fue mi gran error, mi más grande error, pues el destino te mandó tal cual te pedí, por muchos meses me amaste, luchaste junto a mí, una y mil veces miramos las estrellas; pero claro tú tenías otros gustos.
A ti te gustaba lastimar a quien te amaba y enamorar perdidamente para después marcharte, ¿en qué momento fue que ese hombre perfecto cambió y se convirtió en algo que jamas pedí? En alguien que nunca quise para mí…