Gracias a ti
No soy una persona perfecta y lo sabes perfectamente. Con todo el dolor de mi corazón me atrevo a amarte y decírtelo todos los días para que no se te olvide y por si se te olvida, encuentro una razón al día para decirte que a pesar de todo lo malo que soy y todo lo horrible que hay en mí, tú encontraste la capacidad de hacerme amarte con tu forma distraída de ser, con tus poemas en forma de versos y tu voz. Encontraste todas las razones para quererte a pesar de todo lo que soy.
A pesar de que mi soledad era la mejor compañía que encontraba en un día frió, a pesar de que me encantaba jugar con los demás y hacer a todo el mundo a un lado, a pesar de no tener la capacidad de amar… me hiciste amarte.
Encontraste todas las cosas buenas que había en mí, esas cosas que guardé en una botella que arrojé al mar para alejarlas. Encontraste el cajón con mis miedos más grandes y los hiciste salir, alejaste todo el polvo de mi alma y sacaste todas las arañas.
Dios no te creería si le contaras todo lo que lograste desatar en mí; ni la vida misma te creería que tú con esos ojos cafés, lograste hacerme feliz en cuestión de un segundo; que tú me arrebataste todas las sombras que me perseguían y que ahora eres lo único que agradezco que exista en mi vida.
Eres capaz de hacerme llorar y derretir el acero que me cubría el cuerpo. Qué haces que me tiemblen las piernas y las manos con sólo mirarme, que mi corazón salta cada vez que me tocas y que no hay nada en el mundo que prefiera antes que estar contigo.
Con todo lo malo que hay en mí, fuiste capaz de enamorarte; con toda la fría capa de hielo que me cubría, con los desplantes y comentarios hirientes que estoy acostumbrada a decir sin pensarlo, con las ojeras y mis caprichos, con mis gustos y disgustos por las cosas simples, con todo y mi capacidad de odiar a casi todo el mundo… con eso y más, con eso y absolutamente todo.
Quisiera ser una mujer perfecta para ti y me sigo esforzando cada día por hacerte sonreír, por darte un gusto al menos una vez a la semana. Me esfuerzo fervorosamente todos los días por hacerte feliz porque eso es ahora lo único que me importa.
De verdad no tienes idea de cuánto me llena la vida el amarte. Gracias por encontrarme, gracias por estar aquí y no darte por vencido, gracias por enamorarte de mí con todos los defectos que me engloban y me hacen ser quien soy.