Hay tanto que debes de saber…
Tengo tanto que decirte…
Yo, quien me había cerrado a historias de amor, yo, quien me había bloqueado para no querer a nadie, ahora estoy frente a ti, frente a ti que acabas de derrumbar todos los muros de mi corazón… Un corazón que rompieron, un corazón que fue dañado… Y ahora estoy segura de lo que haré… Te lo entrego, completo, aunque es frágil y deberás cuidarlo bien.
Hay tanto que debes de saber de mí.
Hay tantas cosas que quisiera que supieras, que entendieras.
Y sé que el tiempo hará que conozcas todo de mí, que conozcas cada parte, cada secreto, cada manía.
A estas alturas debes de saber que me encanta leer, que me apasiona escribir, que puedo escribir de cualquier cosa y de nada a la vez, que tengo un sueño, de publicar un libro algún día, que quiero devorarme mil libros, que quiero recorrer el mundo…
Conoces mis manías locas, como cuando me trueno los dedos, o cuando empiezo a hablar mucho porque estoy nerviosa.
Es bueno saber que compartimos una misma pasión, como el ejercicio, que me motivas, que te motivo, que juntos somos mejor.
Me gusta saber que cada quien tiene su vida, sus momentos, sus actividades, saber que al final del día tú estarás ahí para contarte, para hacerme sentir bien después de la rutina, que aunque estemos lejos estás.
Quiero que sepas que no soy perfecta, que he ido por la vida equivocándome como no tienes idea, pero también estoy orgullosa de las cosas buenas que he hecho, de lo que me ha pasado, pues todo lo bueno y malo tiene su aprendizaje.
Quiero que sepas que cuando estoy contigo, sólo puedo ser yo, que tú me haces sentir única, especial, y que contigo sé que nada puede dañarme y que puedo mostrarme tal como soy.
Te voy queriendo, te estoy queriendo, y quiero quererte un buen rato. No sé si días, meses, o años… No sé dónde estemos mañana…