Incondicional amor de mamá…

Quiero verme en tus ojos pequeño angelito… En esos ojitos juguetones y curiosos. Quiero sentir tus bracitos rodeando mi cuello, tu frágil cuerpecito cerquita del mío y escucharte reír.

Quiero escuchar tu respiración leve mientras te observo dormir. Tus pequeños sollozos que emites con paz y tranquilidad. Tu olor a ternura, y empaparme con tu serenidad. Ser testigo de tu primera palabra y el pilar que te sostiene cuando comienzas a trastabillar, al dar tus primeros pasitos. Reconfortarte cuando caes y raspas tu rodilla de niñita. Ensuciarme con lodo y entusiasmarme con las mágicas caricaturas.

Mi niña: Yo quiero convertirme en tu amiga secreta. Sentir tus manitas tan diminutas cuando me maquillas y me peinas. Quiero verte sonreír siempre. Ser testigo de tus pequeños logros gigantes. Me llenas el alma cuando me dices «mami» y me acongoja inmensamente verte llorar.

Mi niñita… Algún día leerás esto. Quiero que sepas que no he sido una buena madre para ti. He tenido que abandonarte al tratar de cubrir tus necesidades, y muchas veces te he regañado olvidando que eres sólo una niña, queriendo que te comportes como un adulto. ¿ Y sabes pequeña? No quisiera que dejaras de ser una niña; siempre, aún cuando llegues a ser un adulto. Porque tu corazón es puro y bello, en este mundo tan cruel, eso vale más que el oro.

He sido una mala madre. Pero quiero que sepas que cuando llegaste a mi vida, me convertiste en una mejor persona. Me has enseñado lo que tantos maestros y libros nunca pudieron: A SONREIR Y A PERDONAR, A PESAR DE HABER RECIBIDO UN REGAÑO. No existe odio en ti, y sigo siendo para ti, TU NECESIDAD MÁS GRANDE; muy a pesar de haberte lastimado. Mi niñita, te amo con toda mi alma y no soy una buena madre, pero daría mi vida entera con tal de verte feliz.

Tú eres mi ilusión de vivir y mis ganas de dejar huella en este mundo. Que te sientas orgullosa de mí. No hay nada que me levante el ánimo mejor que tu carita traviesa y sucia. Por ti vale la pena todo en esta vida. Con gusto viviría nuevamente lo que he vivido, sabiendo que al final estarás tú. Espero algún día puedas perdonar mis errores y puedas entender que bueno o malo, todo lo he hecho pensando siempre en ti.

Ahora, mi angelito, duerme tranquila y sin temor, que yo te cuidaré siempre… Hasta el último suspiro de mi ser, hasta el fin del mundo…

Gracias mi niñita, POR DARME LA OPORTUNIDAD DE VOLVER A VIVIR Y VERME EN TUS LINDOS OJOS CAFÉS.

Por ti, Sabina.

Publicado por

Edith Neri Lic. En Ciencias de la Comunicación. Amante de la lectura, el cine y la música. Amante también de lo gótico, terror y suspenso. Enamorada del amor y la muerte. Mi pasión escribir. Mi cita favorita " ...Todo lo que he amado, lo he amado solo" (Fragmento del poema "Alone" de Edgar Allan Poe)