La complejidad del amor… Disculpa a mi mente

Escrito número 2.

A principio de cuentas es algo complicado poder escribir su propia historia de amor, es algo muy complejo, quizá inexistente. Es muy probable que éste sentimiento aparezca de la manera más efímera posible, tal vez y sólo tal vez puede durar un poco más de lo que sueñas y pocas veces dura lo suficiente como para poder escribir día con día sin quedarse sin tinta.

Duradero es el pensamiento de que la realidad nos detesta, es muy raro adivinar lo que la vida tiene para nosotros al levantar la mirada; lo difícil del asunto es lograr levantar nuestros ojos al horizonte y mirar con alegría como la Tierra se alarga en cuanto más caminamos.

Llegamos a la mala creencia de ya hemos vivido todo y que lo que tenemos es más que suficiente, sin creer ni considerar que lo mejor siempre está por venir.

Fácil es llorar y vivir llorándole a un pasado que nos ha fortalecido y que sin embargo no dejamos de llorarle con recelo y coraje; vivir no sólo es amar o reír o ser “feliz”. Vivir es lograr apreciar y recibir lo bueno sin esperar que no nos dañe y acurrucarlo a nuestro lado sin el menor interés de sacarle provecho, tenerlo a nuestro lado para aprender de él.