La esencia de tu recuerdo
Hoy es uno de esos días en los que tener compañía no caería nada mal, hoy es uno de esos días en los que los recuerdos tristes tocan a tu puerta y te piden que los dejes pasar. Te aconsejo cuando estés en esta situación, como yo en estos momentos, que no abras aquella puerta… no sabes qué cosas puede entrar.
Hoy es uno de esos días donde la soledad cubre tu corazón, tu mente y cada rincón de tu casa, y te hace darte cuenta de cuán solo estás y de lo desdichado que eres.
Como todos los días, me senté en mi sofá esperando que este día lluvioso cese, y con ello mi tristeza y soledad; pero no fue así, mire a mi alrededor y por un instante vi como tu sombra salía por esa puerta. Me incorporé rápidamente y salí tras de ti… pero sólo era tu recuerdo que había tocado mi corazón, tu esencia, que habías dejado en esas paredes y se niega a desvanecerse de esta atmósfera, o quizás soy yo quien se niega a olvidarse de ti.
Me he aferrado a tu recuerdo por más de 10 años, me di cuenta que en todo este largo tiempo soy yo quien no quiere olvidarte, quien llora tu ausencia, quien sin darse cuenta grita por tu ayuda, quien desesperadamente pide una caricia de aquellas manos cálidas, quien espera despertar en tu regazo y quien anhela tu amor más que cualquier cosa.
Observé cómo mi ser se convertía en nada, vi cómo se sumergió en la soledad y oscuridad.
Había días en los que deseaba gritar al mundo que tu ausencia ya no dolía, que ya me había acostumbrado a vivir en soledad, que los días habían mejorado desde tu partida, que sin ti podía caminar… pero que tonto, porque lo que realmente demostraba es que daría todo porque tu volvieras.
Sentí cómo las lágrimas salían con la misma intensidad con la que la lluvia caía, mis ojos se inundaron y vino a mí el recuerdo de aquellos días….
Aún no puedo desprender mi esencia de la tuya, sigo escuchando cómo tu voz llama a mi puerta y me dice déjame entrar, pero no puedo permitir que eso pase, no quiero perderme en la inmensa obscuridad que conlleva el estar solo.
Quiero que sepas que mis memorias son todas dedicadas a ti.
Te recuerdo aún… aquí sigo esperando a que vuelas.
-Sarai Ruiz