Le pedí al tiempo…
Le pedí al tiempo que me diera más tiempo para contemplarte más…
Conocí a un mago…
Y por ser bueno con él,
me concedió un solo deseo.
No tenía mucho tiempo para pensar,
y le dije:
Tengo todo en la vida, menos felicidad.
Pero ese no es mi deseo,
porque ser feliz por sólo pedir un deseo
me haría más infeliz de lo que soy ahora.
Sólo pido esto: quiero que cuando las personas lean mis escritos,
me dejen viajar hasta ellas en el tiempo, para ver las emociones de sus rostros
y yo pueda sentir lo que sienten ellas al leer cada palabra que yo he escrito.