Lejos de ti… 1ra. Parte – El Perla Negra

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Historias

Publicado en mayo 10th, 2015 | by Alan Y. Reyes

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Lejos de ti… 1ra. Parte

Era una noche fría en la ciudad, la gente murmuraba, los niños jugaban, mientras que los carros pasaban y sus luces impactaban mis ojos de manera en que no alcanzaba a ver la cercanía con la que se aproximaban hacia el punto donde yo me encontraba. Crucé la calle como de costumbre para ir a casa, pero había algo que llamó mi atención y era el nuevo negocio de café que se había instalado en la cuadra.

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Era un establecimiento grande, luminoso y su olor penetraba todos mis sentidos. Inmediatamente mi curiosidad por entrar me dominó, de esta manera ingresé al café, me senté y aproveché el momento para visualizar el decorado de tal lugar esperando que alguien se acercara a tomar mi pedido, mi espera no tardó más de un minuto cuando una voz tierna y dulce llamó mi atención preguntándome:

 

-¿Qué desea tomar?– Al dirigir mi rostro hacia el suyo para hacer mi pedido, vi que era muy linda, aproximadamente de 18 años. Me quedé corto de palabras y le contesté:

 

-Quiero un café americano y un par de donas por favor, de preferencia que no sean glaseadas –reiteré-

-En un momento tendrá su pedido –respondió-.

 

Cuando ella volvió con mi pedido, me sonrío de tal manera que me hacía sonrojar. Salí de ese café y tenía su rostro dibujado en mi mente, su tierna sonrisa y su dulce voz. A pesar de que fue un breve instante en el que la vi, fue suficiente para grabarla de por vida en mis pensamientos, pero siempre preguntándome a mí mismo si volvería a verla, pues pudiera ser que no coincidiera nuevamente con “la chica del café” que me conquistó en cuestión de segundos. Llegué a casa aun escuchando la voz de esa joven y linda señorita, sin olvidar su rostro lleno de luz y esa sonrisa que tocó mi alma. Dormí para tratar de que en mis sueños estuviera ella.

 

Pasaron los días y seguía recordando a esa joven, sin saber si ella tenía novio o si hubo conexión entre nosotros tal cual yo sentí al verla, es algo extraño lo que sentí, no sé si llamarlo amor.

 

Cierto día caminando hacia la escuela me topé con ella, en ese momento me di cuenta de dos cosas: La primera era que de verdad sentía amor por esa chica y la segunda es que se veía más alegre que la primera vez que mis ojos tuvieron la dicha de verla.  Se dirigió a mí y me dijo:

 

Hola, llevo días buscándote, resulta que la última vez que te diste una vuelta por el café dejaste este libro, pero no alcancé a regresártelo en ese momento.

 

Apenado y sonriente le contesté: –Muchas gracias de verdad y disculpa las molestias que te he causado

No es ninguna molestia. -Respondió con risueño y esa gran sonrisa que me había seducido.

 

Con el tiempo empezamos a conocernos, salíamos y charlábamos sobre nuestras vidas; llegó el momento en que yo sentía que ella era la indicada para mí, pero algo aconteció en mi vida…

Continuará…

 

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Publicado por

Psicólogo en potencia en el área laboral, con fundamentos en el MKT social. Escritor por las noches, humano de día. Mis historias son tan personales, que mi vecina aguarda todas las noches a que me duerma para poder entrar por mi ventana y ver si escribí sobre ella.



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