Lo que cualquiera puede tener, no es para mí
Así es como tuvo que haber sido esta historia de amor entre ambos, con la única inclinación existente para ambos si así lo hubiésemos deseado, pero veo que no, era tanto el dolor que se sentía ya después de varias horas, que no es posible encontrar consuelo en mis miles de ocupaciones. Vaya que busqué en qué ocupar mi mente, porque mi corazón estuvo apunto de salir sin mapa en mano, con su única intención de perderse en un paraíso de tentaciones y excesos en esta selva asfáltica, ¡pero no!.
En mi pensamiento estaba el ir a algún lugar secreto y en mis ojos los testigos de algo que quiero olvidar, dormí junto al mar y desperté con esa brisa que cobija; ¿cómo se pudo ir de nuestras manos? No me explico aún, el porqué echar a perder todo de una manera tan absurda… Me quedó perfectamente claro que yo no signifiqué absolutamente nada para ti, porque no pensar en esta relación y su fruto sincero, quiero que sepas que voy ya en camino al sur para perderme en este débil caminar…
No podía vivir así con este vacío, escucho a mi pasar el toque de las cuerdas de mi guitarra a estilo de un triste compás, en esta cabeza ya no entraban palabras ni consejo alguno, he revivido, pinto mis días de azul, estoy tranquilo, pero preferiría escuchar de tu voz que no fui yo el que ocasionó todo esto, hasta en eso me engaño a mí mismo o así te hice sentir en tu propia mentira.
Pues me llevé no muy gratas sorpresas en un corto tiempo corazón, ¿recuerdas el día que te advertí por el micrófono en un barco que te iba a pedir matrimonio? ese día tus lágrimas fueron de arrepentimiento, por alguna razón extraña quité el anillo de esa taza de porcelana que esperaba por ti ese día, jamás lo olvidaré por el resto que me quede de vida amor. Qué extraño abril y qué mal ese mayo; aún se me hace un nudo en la garganta por esa traición tan grande que sentí, como si en ese preciso momento la persona que más amo hubiera muerto para siempre y a mí me correspondiera sepultar.
¿Nunca pensaste en mí?, ¿solo en ti?, ¿jamás me consideraste en tu vida?, ¿jugaste en realidad conmigo y al terminar contigo?, ¿dónde me perdí?, ¿que acaso no estaba yo tratando con un adulto y en una realidad?, ¿qué pasó?, ¿Con quién negocie toda una vida?, ¿Por qué amor por qué tus infinitas traiciones?
Sólo hablaste con tu silencio, me sacrificaste por cosas que no sé si por lo menos valieron la pena, lo cual agradezco hoy ya pensándolo bien; este penar que siento me ha catapultado muy dejos de ti, no es que el amor sea malo, malo estar con alguien que jamás amó ¿no es así?
El amor que sentí por ti murió hace ya mucho tiempo y he de confesar que no sabía ya qué hacer, pues siempre discriminabas mis ayudas y soluciones. Ya no tienes que acompañarme más, quédate tranquila, me cansé de ti y tu comportamiento, me cansé, así de sencillo; qué decepción tan grande, al grado que ya no estoy ni tantito cerca de lo que conociste de mí, tú has cambiado todo de mí.
Sé que no valió la pena cambiarme ahora lo sé, sé que me has comparado, sé que no le encuentras sentido a tu maldad y que puedes estar tan vulnerable que cometerás una tontería, sí una y tantas más… Me he tomado la molestia de saber cuánto valgo y llegué a comprobar gracias a ti, lo importante que soy.
Sabes que por un tiempo estuve en el fondo, tú hiciste que yo tomara aire e impulso para salir de todo, pero nadie cambió, las cosas por sí solas se dieron.
Firmé un nuevo contrato con alguien que sí puede dar lo que yo valgo, estoy dispuesto a cumplirlo e igualarlo.
Ahora sé que no hubo psicólogo, que no hubieron buenas intenciones de amigos, de familiares, que no hubo un interés, que no hubo verdad alguna, que no hicieron justicia mis acciones pues fui el único que te aceptó así con esa envoltura que sólo fue una sombra de lo que venía a mí, una obscuridad total; tiré la toalla desde hace mucho, se me olvidó con quién estaba a punto de vivir.
Esto ya no me causa lágrimas, ni desgaste mental, mi corazón se está curando y mi conciencia está tranquila. Yo sí fui leal. Tu tristeza se alejó de mi alegría, se terminó la rutina en la que tú me metiste, mi serenidad pudo más que toda tu habilidad; no es por despecho pero como te dije, lo que soy y tengo es por la gran familia que quiero crear. Esto me sirvió más a mí por la razón de confirmar qué es lo que no merezco y qué es lo que no quiero en mi vida.
Ahora ya escucho y siento mi música, vivo en mis lecturas de aventuras con luz en mi mirar, mis colores han tomado fuerza, es la vida que disfruto en mi corazón y quiero para mí.
Muchas gracias por demostrarme de qué eres capaz. Nadie tiene un pacto qué cumplir, aquí el corazón mandó y la verdad gobernó; quiero que sepas que lo que cualquiera puede tener, no lo quiero para mí.
Recuerda que yo mismo te dije que a mí siempre me llegan las cosas sin necesidad buscarlas, ni siquiera pudiste convencerme de que valía la pena hacer algo más por ti y el anillo se quedó en aquel viaje, tú sabes porqué.