Lo que me dejó tu partida
Me regresaste la vida que creía pérdida, esa sensación de no poder respirar, ese sentimiento de querer tener a alguien a lado, alguien con quien compartir una café por la mañana, un helado por la tarde y el calor de una cama por la noche. Gracias a ti retomé mis ganas de compartir mis metas y logros con otra persona, la sensación de dar un paso adelante… me devolviste el anhelo de luchar por lo que quiero.
Debo agradecerte el que llegaras a revolver mi vida y me arrebataras esa caja de recuerdos que me susurraba al oído que ya jamás me volvería a sentir de esa manera, te llevaste todas mis dudas y derrumbaste los muros que tantos años tardé en construir por el dolor.
Me enseñaste que amar después de llorar aún es posible, no importa cuántas veces seas atravesado por una estaca directamente en el corazón, no importa cuánto duela o el número de ocasiones en que te fractures desde dentro. Que amar y que te amen es posible, que todos merecemos sentirnos dignos de esta y otras vidas; me has mostrado que aún somos capaces de entregarnos sin ataduras ni reservas.
Gracias a ti, veo que puedo amar de nuevo y la importancia de fijarme en los pequeños detalles, en cómo es perderme en una cama, a admirar el terciopelo de unos lindos labios. Nuevamente siento calma, ha entrado a mi cabeza el conocimiento de que nada está perdido, me regresaste mi felicidad desmedida y te lo agradezco enteramente porque vivía de cama en cama, de piel en piel, de aroma en aroma, y sentía que ninguno me podía llenar, que después de mi pasado ya nada sería igual. Sentí que jamás podría confiar de nuevo a alguien aquello que sabemos tan valioso, llamado corazón.
Entendí que no es el tiempo el que alivia el dolor, somos nosotros mismos quienes sin pensarlo ni imaginarlo nos sacamos adelante. Es verdad que siempre es buena una ayuda aunque esta misma sea sólo pasajera, que tal vez es sólo para ayudarnos a escapar y no será eterna; me has dado a mí mismo la oportunidad de seguir adelante.
Tu sonrisa fue shock directo al corazón, una descarga desfibrilante a mi alma, un inicio desde cero, un respiro bajo el agua, una gota en un desierto, un latido después de muerto.