Los elegidos… Parte 8
Todos nos sorprendimos al escucharla gritar y fuimos hacia ella, al llegar se lanzó a mis brazos sollozando y diciendo frases entrecortadas…
- ¡Todos están muertos!, ¡Todos!, ¡Están muertos todos!, ¡Nos vamos a morir!, ¡Todos vamos a morir!, Menos uno…
Brenda apretaba mi brazo con una fuerza increíble y me causó dolor, todos simplemente observaban la escena, entonces procedí a tratar de consolarla acariciando suavemente su cabello, eran muy sedoso, nunca lo había sentido, para ser exactos, jamás en mi vida había sentido la cabellera de una mujer que no fuese mi abuela, seguí consolándola, pero ella seguía balbuceando.
- Esta ya está desquiciada, lástima, porque está muy buena… – Dijo Jacob, retándome con la mirada.
- ¡Cállate la boca!
- Aprovecha hermano, al parecer te quiere a ti…
Le devolví una mirada de coraje y fue como se quedó callado, les dije a los demás que yo me hacía cargo de Brenda, me hicieron caso y se pusieron a observar hacia todos lados a ver si alguno de los que nos perseguían no había sobrevivido a la caída de la gran cascada, Hunter estaba sentado a mi lado y me veía con una expresión curiosa, le di una caricia, me correspondió con un beso, y se acostó a mi lado, Brenda seguía recargada en mí, seguí acariciando su cabello, de verdad era muy linda, no podía evitar sentirme nervioso, ante esa chica líder que hace algunos días me castraba, tenía unos ojos hermosos, y al verla temerosa nacía en mi un instinto muy fuerte de protegerla, seguí abrazándola.
- ¿No me dejarás morir, verdad? – Me preguntó
- ¿Por qué lo haría?
- Siento que no te agrado, a veces suelo ser muy mandona.
- Eso te hace especial, debo admitir que nunca había visto a alguien tan decidida como tú, yo siempre he sido alguien inseguro, no tengo confianza ni valor, debo admitir que de no haber sido seleccionado para estar en este juego que aun no comprendo yo seguiría encerrado en mi cuarto, escuchando música y hablando con mis abuelos, era a los únicos que les hablaba con seguridad.
- ¿Los extrañas?
- Demasiado, son prácticamente mis padres… Desde aquella vez…
- ¿Aquella vez?
- Olvídalo… No entenderías…
- Oye, confía en mí, puedes hablar conmigo de lo que sea.
- Jamás conocí a mis padres, bueno a mi padre, él se fue cuando supo que mamá me esperaba, mi mamá se deprimió tanto que mis abuelos terminaron verificando que se alimentará para que sucediera nada conmigo, cuando nací, no quiso verme, dijo que seguramente me parecía a mi padre y que prefería no volver a ver el rostro del hombre que le arruinó la vida, no quiso alimentarme, ella tampoco se alimentaba, mis abuelos insistieron sin lograr nada, hasta que un día ella se fue, simplemente amaneció y ya no estaba, desde ahí mis abuelos pasaron a ser mis padres… Por ello me hacen tanta falta.
- Siento mucho lo que te sucedió y créeme te entiendo mejor que nadie.
- ¿Tampoco tienes padres?
- A decir verdad ni siquiera los recuerdo, no recuerdo mi historia, sólo sé que desperté en un hospital, empecé a asistir a clases, se sorprendieron por lo rápido que aprendía y de pronto un día desperté y estaba sentada, junto a todos y de pronto en ese cuarto, y bueno ya sabes lo demás, fuera de ahí no recuerdo nada
Brenda se quedó pensativa y yo confundido, ¿De verdad alguien puede no saber su historia?, entonces recordé que hace unos instantes estaba muy mal y de pronto me estaba contando esto, así que decidí despejar mis dudas…
- Brenda… ¿Puedo hacerte una pregunta?
- Claro Luck, dime, ¿Qué sucede?
- ¿Por qué gritaste?
- No lo sé…
- Espera, no me digas que eso también se te ha olvidado.
- No, es que no sé, no sé, no sé, no sé qué pasó…
- Pues si no me cuentas creeré que lo hiciste por llamar la atención.
- ¡No, no, eso no fue!, es que… Yo, yo vi, vi a todos.
- ¿Qué viste?
- Vi como los mataban… Pero quedaban unos extraños… No sé, me dio demasiado miedo.
- ¿Eso fue todo?
- Es que, estaban a punto de matarme… Luck, promete que no dejarás que me maten, ¡por favor!, yo no quiero morir, ¡por favor!, ¡promételo!
Me miró muy preocupada, no sabía que decir, pero si tenía claro algo, era que debía protegerla y descubrir que guardaba tras de ella, se mi hizo muy misteriosa, de pronto me miraba más fijamente, como cuando alguien necesita desesperadamente protección, la chica líder, estaba desprotegida y yo debía convertirme en su protector.
- Te lo prometo.
Me abrazó y se quedó dormida… Posteriormente yo también me dormí, era la primera vez que dormía tan cerca de una chica, y no dejaba de acariciar su cabello y observar su rostro, que insisto empezaba a parecerme muy atractiva, pero misteriosa y quería descubrir que escondía.
- ¡Luck!, ¡Luck!, ¡despierten! – Abrí los ojos y uno de los pocos que quedábamos me hablaba alarmado.
- ¿Qué sucede?
- ¡Tenemos que huir!, ¡Vienen tras nosotros!
- ¡¿Qué?!
- ¡Qué vienen tras nosotros!
- ¿Quiénes?
- ¡Ellos! – Gritó alarmado.
Nuestros perritos empezaron a ladrar y alcé la vista… Venían por nosotros… Mi pulsera se tornó roja, como en alerta…
De pronto sólo me hice una pregunta… ¿Ya era el final?
- ¡Corre!
Empecé a correr…