Maldito amor
Fue casual e inesperado el choque de nuestras miradas. Yo reía plácidamente frente a los demás, pero al verte ahí tras ese espejo acusador no pude evitar sentir el tremendo reproche que desde mi interior me hacía… y en esa mirada vi con tristeza cada día que he pasado escondida detrás de millones de sonrisas falsas para no decir que tu ausencia me quema lentamente.
Hoy, al mirarme ahí frente a mí misma y sin poder escapar de esa mirada tan ambigua que el espejo me reflejaba, sentí un tremendo ahogo en mi corazón que me hizo sentir vergüenza al recordar cómo siempre me he mantenido escondida no sólo detrás de mis sonrisas sino también detrás de esas palabras sin sentido que repito frente a todos, escondida entre millones de letras de tristeza y soledad que vierto cada noche en mensajes sin enviarte, perdida en este camino de espinas y sangre que me ha dejado tu partida.
Estoy enamorada de tu mirada distraída, me lastima tu ausencia; estoy enamorada de tus palabras calladas, me lastima tu ausencia; estoy enamorada de tus sonrisas hacia ella, me lastima tu ausencia. Entonces reto a esa detrás del espejo apretando mis puños y grito ¡callad!; y bajito le repito que maldigo la ausencia de tu voz que se vuelve recuerdo cada instante que pasa, que maldigo la ausencia de tus ojos que se vuelven fuego inmenso ardiendo en mi corazón, que maldigo la música porque toda me recuerda a ti, maldigo las frases de amor y de dolor, y el susurro del viento diciéndome tu nombre,
y ¡maldito sea todo lo que me lleve a ti!, maldito sea el momento en que me enamoré.