Me aburrí

Simplemente me aburrí, me aburrí de querer, de quererte. Me aburrí de ser la única que daba y no recibía. Me harteé de saberme estúpida por aguantar tu indiferencia y tu falta de querer. Me harté de sanarle las heridas continuas que le hacías a mi corazón y me cansé de convencerlo de que tal vez en el fondo, me querías.

Me aburrí de llorar por las noches sabiendo que lo mejor era alejarme, me harté de luchar contra mí misma, de luchar contra la razón y el corazón. Me dolía aceptar que se había acabado, me dolía más aceptar y darme cuenta que jamás había comenzado; no puedes empezar una historia cuando el protagonista no quiere ser parte de ella.

Se me habían agotado las excusas para no irme, ya no había más nada que pudiera decirme para quedarme, me aburrí de engañarme a mí misma; se me había caído la venda de los ojos, una venda que yo misma me puse y que amarré con tal fuerza que aun quitándomela me costaba trabajo ver con claridad, pero debía hacerlo.

Me cansé de tu falta de tiempo, de tus excusas para no escribirme, para no verme; me cansé de tu falta de interés, de tu falta de cariño, me cansé de ti. Hoy me alejo y créeme, no me fue nada fácil decidirlo, fueron meses luchando contra esto, noches llorando por tener que hacer algo en contra de mi voluntad… porque te juro que aún hoy, hubiese preferido quedarme.

Te amé quizás de la forma en la que menos se debe amar, porque acepté de ti cosas que jamás debí permitir; amé el tiempo a tu lado, y disfruto recordarlo. Aún duele y duele mucho, pero por lo menos el paso más importante esta dado, me alejé de ti, por fin pude hacerlo.

No te culpo del todo, es más, la única culpable fui yo por ver en ti cosas que nunca existieron, por idealizarte de esta manera, por creer que sentías por mí lo mismo que yo. El mío fue un amor de niña, te amé incluso desde antes de saber que era el amor.