Me doy cuenta de que fuiste mi karma
Fuiste una hermosa coincidencia que llego a mi vida, todo parecía demasiado perfecto para ser verdad, todo eran risas, amor, derrochábamos miel, hacíamos que la gente a nuestro alrededor se empalagara, todo era hermoso, no podía pedir más, porque simplemente no necesitaba más. Me hacías la persona más feliz y según yo, también te hacía feliz, o al menos eso aparentabas.
Hasta que un día, de pronto resultó que ya no querías estar conmigo, con excusas más tontas, que ni tú te las creías y que tus actos contradecían. En fin por más que lo intenté, no logré detenerte. Fue horrible pasar por el proceso de aceptar la situación. Pero no me quedaba de otra… Con el tiempo, mi mente en busca de explicaciones, recordó el chico aquel, al cual (al igual que tú a mí) enamoré e ilusioné.
Aquí es en donde me doy cuenta que el Karma ya se las cobró.
Así como tú decidiste irte y seguiste viviendo como si todo ese tiempo que pasamos juntos no hubiera sido nada, seguiste viviendo sin sentir el más mínimo dolor o remordimiento. Así yo también dejé aquella relación. Y el pobre se quedó todo ilusionado y enamorado, así como yo con tu partida. La verdad ya ni recordaba lo que le había hecho.
Así que adorado y temido karma estamos en PAZ, y vaya que supiste cobrar la deuda.