Me pregunto si existirá un hombre que desee que esta mujer le ame
Me pregunto si existirá un hombre que desee con toda su alma que esta mujer le ame, le observe como si fuese una figura celestial, un milagro ocurrido ante sus ojos. Me pregunto si alguien podrá también quererle como sólo ella es capaz de hacerlo; me equivoco, la cuestión no es si podrá, más bien, si querrá hacerlo. Bueno, ante esta luna y estas estrellas me estoy preguntando ¿dónde está lo que me prometieron, dónde está mi amor, mi novela romántica jamás escrita ni leída?
No es de dudar que todo hombre se canse de lo superficial, de lo vano, poco duradero y nada transcendental. Esta mujer también se cansó. No necesito saber tanto de relaciones a costa de noches de recuerdos, lágrimas y soledades, no me interesa escuchar otro “se acabó”, “no siento las mismas cosas que antes”, “ya no quiero seguir con los planes que teníamos”, “adiós”. Son frases que sumergen, atan y terminan ahogando, son frases que hacen que la vida se termine por algún tiempo. Rompen corazones, rompen alas, quitan fuerzas y sonrisas.
No quiero más de esos amores que ni amor son. No quiero miles así, quiero uno para siempre, que se escriba en cada mirada, en cada sonrisa, en cada respiración agitada, en cada corazón sobresaltado, en cada beso, en cada caricia, en cada salida a cine y al parque. En cada vez que hagan el amor, el amor que sí es, que conecta sueños, caminos, tiempos, que conecta el alma y llena el espíritu que es lo realmente importante.
Yo te quería a ti, quería darte lo bueno que tengo, lo positivo que me dejó cada hombre y relación anteriores a ti, quería que disfrutaras lo mejor de mí y también que crearas nuevas cualidades en mí, algo que te hiciese sentir inventor, creador, artistas.
Pero… No me amaste. Preferiste ser noches, historias, recuerdos, preferiste ser “una vez fue”. Sin que todo sea tan malo, me convenciste de que no quiero otro más, ninguna otra relación que me sacuda y luego deje todo mi mundo desordenado y sea yo sola, con tantos pesares, volviendo a colocar todo en su lugar. Amores de días, semanas o algunos meses no es amor y si no es amor, no quiero de eso. Tu paso por mi mente y por mi corazón, hizo que quisiera empezar este texto así, por eso gracias pero ojalá seas el último.
Esta mujer que decidiste perder y que si la observas demasiado bien, verás a una niña que ansía vivir intensamente, amar, disfrutar, conocer, ser ella y sólo ella. Quiere tanto pero su mundo no le da lo suficiente y ella entre su rutina diaria y algo aburrida, entre sus responsabilidades y grandes gastos, entre sus 22 años con vida de mujer de 35, esconde las ganas de salvarse, de tirar todo y con una mochila dar la vuelta al mundo.
Esta mujer busca dentro de su rutina adrenalina, emoción, felicidad, pero que posea el equilibrio de una seguridad, estabilidad y un «para siempre» pase lo que pase.
Por: Carolina Duarte
Twitter: @LaCaroDuarte
Instagram: lacaroduarte