Melancolía de adultos
Tengo en las manos mis recuerdos y es como si tuviera unos mapas de mi propia vida, con detalles y observaciones, puntos finales y puntos suspensivos; mis recuerdos han recorrido lo cotidiano con plenas reflexiones rebosantes de amor por la persona que está mi lado.
En ocasiones me acompaña mi mochila peregrina, por las veces que salí y entré de la casa de mis padres, encontrándome a veces al borde de la extrema fatiga, sin embargo puedo decirte que he caminado, saludado, observado, escuchado, compartido, sembrado, cosechado, aprendido, construido, siguiendo tu mirada y los latidos de tu corazón.
Con las zapatillas de viaje con que me toca viajar, surcaré el espacio, viajando por tierra o por abruptas montañas, callejones y viejos caminos para ir del frío más atroz al calor mas abrumador y con una lluvia de estrellas si lo llego hacer de noche; prometo entonces que te tomaré de la mano y visitaremos rincones escondidos, cunas de escritores por alguno libro que leeré y te compartiré, que en ocasiones me encontré con ellos y con los poetas de antaño.
Podremos escuchar la palabra de Dios a cada momento y comprobar lo que te dije algún día, que todo lo que se pide bajo el cielo tiene su hora; si tú quieres visitaremos las ruinas de mis queridos y perdidos recuerdos, ciudades llenas de iglesias, mercados y hasta bazares. Caminaremos por avenidas y calles empedradas, podremos visitar casas humildes y me uniré entonces a las grandes cosas que quisieras conocer, conocerás costumbres y otras culturas, otras tradiciones tan lejanas a ti por la distancia, pero tan cercanas a ti por el interés.
Te mostraré de la manera que aprendí a ver a las personas de las clases sociales, comprendiendo las circunstancias que nos toca vivir y los deseos tan grandes por realizar y que cuando al fin podamos dormir juntos, podamos llenar nuestros corazones de un gozo simple como el de los niños y una melancolía profunda como la de los adultos.
Entonces te agradeceré el que te hayas llenado tu cabeza de nuevos nombres, los oídos de nuevos sonidos, compartiéndome tus sensaciones, degustando nuevos sabores y percibido aromas diferentes… Podremos intentar comparar el ayer con el presente y conformar el presente con el ayer. Te compartiré que en los mapas de mi vida hay líneas en que me he cohibido, me he rebelado y después de leer nuestra historia me he quedado con la impresión de mucho atrás haberte conocido, haberte escuchado haberte comprendido… Para llegar al punto exacto en que te he alcanzado.