No te confundas, no eres el amor de mi vida; eres sólo una lección
No te voy a llorar ni un día más, no te voy a dedicar ni un minuto de insomnio más. Ya me cansé de tu ausencia, de tus señales confusas y que esperes que yo siga ahí siempre.
Me dueles, eso no te lo niego, me dueles todos los días y sigo esperando que vuelvas, aunque realmente ya no estoy segura si quiero que te quedes o no. Te busco en todos lados, lo cual es bastante extraño porque realmente nunca estuviste aquí, pero es como si toda tu presencia me rodeara, como si hasta el último detalle de mi ambiente estuviera ligado a ti.
El asunto es que ahora yo soy diferente, me niego a retrasarme por culpa de alguien, me niego a retrasarme por culpa tuya. Te lo escribo aquí aunque es posible que nunca lo leas, mi vida no se va a detener por nadie, ni siquiera por ti. No te digo que te olvidaré porque eso es imposible y porque realmente no quisiera hacer eso.
Al final del día, me enseñaste tanto (bueno y malo), pero sé que me hiciste cambiar, intentar ser la mejor versión de mí. Aunque tampoco te digo que te tendré siempre en mi mente tú sabes que esto de mentirte no es lo mío, no quiero que la sombra de tu recuerdo viva siempre en mí, quiero encontrar ese equilibrio donde pueda recordarte algún día como alguien especial, pero no determinante.
Te superaré, ese es el mejor término. Dejarás de ser todo, para pasar a ser alguna herramienta de mi proceso de crecimiento…
Te convertirás en una lección de vida.