¿Odio, perdón y olvido?
No me permito odiarte, no te puedo olvidar, y aún no consigo perdonarte ¿Por qué?
No te odio, aunque en ocasiones te recuerde con coraje, la verdad es jamás te odiaré. Odiarte a ti, sería odiar una etapa hermosa de mi vida; aunque ya no estés y hayas sido un tonto, lo que vivimos no lo cambiaría, sin importar lo mal que haya terminado y lo mucho que pude haber sufrido. Porque al principio fue realmente bello y no quiero odiar esa parte de mi vida. Lo bueno que compartimos, todas las risas, las locuras que hicimos juntos, cada beso, abrazo y caricia se queda en mi corazón. Y todo lo malo, el daño y las lágrimas provocadas se quedan como un aprendizaje, lo tomo para hacerme más fuerte.
No te puedo olvidar y aunque quisiera no podría, pues soy humana y lamentablemente no tengo un botón de borrado instantáneo, y sacarte de mi mente, eliminar todos esos recuerdos, todas las experiencias, ¡todo! Sería prácticamente imposible. Así que ya deje de intentarlo, y en lugar de eso aprendí a vivir con tu recuerdo, agradeciendo haber coincidido contigo.
Y por último no he logrado perdonarte, no consigo entender que sentido tuvo para ti nuestra relación, tanta ilusión y promesa para nada, de verdad llegué a pensar que ocupaba un lugar más importante en tu vida… Y el que te fueras me hizo tanto daño, sin importarte, es algo que no me cabe en la cabeza. No sé, quisiera pensar que todo fue por mi bien, como me lo dijiste mil veces, pero de haber sido así, no habría dolido tanto. Pero aun así estoy intentando perdonarte, principalmente por mí, pues guardar rencor no deja nada bueno.
No sé cuándo consiga perdonarte. Pero tristemente perdonar, no implica olvidar. Y como ya te dije, no tengo un botón para borrar todo, así que como recordare lo bueno, también recordaré lo malo. Y está bien, pues así no será tan fácil que alguien más me lastime, o que tú lo hagas de nuevo.
Así que no te odio, no siento nada por ti, amo tu recuerdo, pero ya no te amo a ti. No te olvido, ni lo haré y no me incomoda, al contrario, es mejor recordar todo, así no se cometen los mismos errores.
Y espero con ansias el día en que logre perdonarte, pues será algo tan liberador para mí.
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