Para: El falso amigo
Sí, a ese que se presentó como amigo y terminó como enemigo, al que se denominó paño de lágrimas y sólo fue un puñado de espinas, a ese que decía ser tu familiar y se tuvo que desheredar, al que creías tu compañero de aventuras pero fue toda una desventura.
Al que le tendiste la mano mientras escondía la suya, el que era tu confidente y se convirtió en tu vocero… A ese que se vistió de cordero, pero arrojó su veneno sin importar ese pacto eterno.
Hoy ya no importa si te sonríe en la cara o te apuñala la espalda, no importa si lo ves en la tarde, noche o día, si es Agosto, Octubre o Diciembre; si están las mañanitas o las golondrinas, si estás rezando o carcajeando…
Lo único importante en esto es que gracias a Dios… Eso ha terminado.
Por: Alan Reyes
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