Para el que llaman “amor de mi vida”.

‘Querido’… sí, así es porque aún te quiero; porque a pesar de los años que han pasado, que tan solo han sido un par, y por los días, las horas, los minutos y la enorme distancia que solo fueron kilómetros que nos separaban, a pesar de esto y de que tú y yo ya no somos pareja, déjame decirte querido amante, que en efecto, aun te amo, te amo tal como la primera vez que salió de mi sin querer esa frase en aquel silencio donde te observaba, mientras tu bebías agua.

Diciembre es un bonito mes, me lo volviste a decir al oído mientras te preguntaba ¿por qué? a lo contestaste con un abrazo susurrándome “te extrañe tanto, mi amor”. Aquel abrazo fue el mejor que me han dado, era tan cálido, tan lleno, era el abrazo que casi podía expresar “complemento”; sí, así me sentí, como llena, satisfecha, se desbordaba de mí una tras otra y otra de tantas sonrisas y risas por estar contigo, por tenerte.

A ese hombre al que le he puesto “amor de mi vida” le doy las gracias por su ausencia, porque después de todo no fue tan malo el separarnos como pareja y a la distancia. De esto he aprendido que el amor no acaba y que ni el tiempo, ni la distancia, ni demás cosas, serán obstáculo ni motivo para que el interés se desvanezca; que cuando se quiere de verdad, aquel te amo, te quiero y te adoro permanecen dentro de uno y va creciendo día con día, hora tras hora y mes con mes. Y cuando llega el momento de volver a encontrarse, querrás abrazarlo y expresar “te extrañe tanto, mi amor”.

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También se puede ser feliz con o sin la persona de cual estás enamorado, porque el amor es libre, libre como las aves, como el viento… el amor no tiene barreras, obstáculos ni impedimentos, el amor es la máxima expresión del mundo, crece y florece en cada día de nuestras vidas en cada uno de los años, en cada una de las cuatro estaciones.

Sin más que decir, dejemos que el amor, el amor hacia nosotros y a los otros viva día con día, en ello encontraremos una forma de ser personas más felices, seamos agradecidos con lo que tenemos y aprovechemos esto, no dejemos de decirle a los nuestros lo mucho que los queremos y apreciamos. Hay que sentirnos agradecidos y satisfechos con esto y aquello.

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Melendez Me gustan los días nublados porque puedo respirar y sentir en mi ser otro aroma y una nueva compañía, me encantan los girasoles, lirios y claveles, me gusta tanto el café como el olor que despide y su color también.