Para mí has muerto; y los muertos no regresan
¿Y qué pensaste?
¿Que ibas a llegar así como si tan sólo en mi vida hubiesen pasado las estaciones del año y ya?.
¿Como si mi corazón se hubiese sentado a esperarte y mi dignidad no existiera?.
¿Creíste que volvería a caer rendida sólo porque hiciste referencia a cosas que en su momento fueron bellas, pero que desde hace mucho las dejé atrás?.
¿Creías que aún era esa mujer que se dejó enganchar a tus ahora gastados argumentos?
¿Que sin ti ya no sabría qué hacer?
¿Que no iba a encontrar el verdadero amor,ese que me ayuda a seguir luchando?.
¿Ese amor que me hizo despertar de una serie de engaños y chantajes?
¿Que sin ti ya no soñaría porque tú cada vez que aparecías traías las nubes?
No.
Te equivocaste.
Tu regreso sólo me ayudó a entender más lo que soy.
A saber que no soy merecedora de medios tiempos o de quedarme a esperar una titularidad.
Mis oídos ya no se paralizaron a oír esa voz que antes como víbora fue llenándolos de veneno.
Mis ojos ya no deseaban verte.
Y mis labios temerosos sintieron la presión de los dientes porque no estaban dispuestos a volver a besarte.
Porque todo mi cuerpo me pedía a gritos que me alejara.
Porque yo, ya no volvería a amarte.
Llegaste, intentaste y fracasaste.
¿Y sabes por qué?
Porque todo en esta vida tiene su momento y tú querido señor, lo desperdiciaste.
Hoy tuve las ganas y el deseo de decirte adiós, no vuelvas nunca.
Al decirlo, mis lágrimas ni aparecieron.
Mi dignidad me abrazó.
Mi boca sonrió.
Mi corazón latió y mi mente entendió que desde hace muchos meses para mí ya eras recuerdo.
Ya habías muerto.
Y los muertos no regresan.
Y yo sigo viva… Sin ti… Sin tus recuerdos y sin nada.
¡Pum! Desapareciste y hoy ya soy libre.
Laura Saut.