Poder decir adiós, es crecer…
Y a medida que pasa el tiempo, me cuestionó esto cada vez más, ¿por que nos aferramos tanto a alguien? No lo sé y tal vez me lleve un gran tiempo saberlo, pero lo que sí me ha enseñado el tiempo es que cuando ya no puedes amar, lo más sano es decir adiós.
Rompe todas las cadenas que te atan a esa persona que ya no es tu felicidad, libera tu alma de dolores, preocupaciones y más, comienza a vivir por y para ti; y si te hizo feliz no lo olvides, sólo déjalo ir…
Agradécele todos los días de alegrías que te dio, si tienes que gritarle que fue tu gran amor GRÍTALO y después con una gran sonrisa dile Adiós. No te preguntes en el momento si dolerá o no, sólo piensa que una vez que logres alejar de tu vida lo que ya no te hace feliz, la vida te dará nuevas sorpresas…