¿Por qué eres tan caprichosa, vida?
Me das esperanza para después derrumbarla. Si pido amor, me dejas sola. Si pido paz me das amor…
¡Ay vida! ¿cuándo haremos tú y yo las pases? Mira que mi corazón no me entiende y tú te empeñas en contrariarme. Son tantas las lunas que ya he llorado, es tanta la tristeza que me has causado. Vivo buscando una razón y termino el día pensando si algo he logrado, si acaso este día fui útil, si no fue mi respiración en vano.
Ven vida, siéntate aquí a mi lado, hablemos largo y tendido, que quiero reprochar todo lo que me ha pasado. Dime ¿Por qué murió mi padre? ¿Por qué lo alejaste de mi lado? ¿Por que se van las personas buenas y las malas se quedan a mi lado?
Hoy quiero saber por qué es tan difícil seguir andando. ¿Hay un secreto para ser feliz? Y de ser así ¿por que no me lo has dado? ¿Acaso no te cansas de las quejas del mundo? ¿De cómo te maldicen y reprochan el destino que les has marcado?
Sin embargo, caprichosa vida, cuánto disfruto seguir a tu lado. Aun con las noches en vela, con el dolor de mi pasado, sigo aquí intentando disfrutar el día, sintiendo el viento mientras me repito «voy a lograrlo». Vamos vida, sigamos avanzando, que algún día miraré hacia atrás y veré que solo eran pruebas que me ibas dando.
Acompañame vida, que no hay tiempo de seguir llorando, conozcamos nueva gente, bailemos, ¡corramos! Ya veremos lo que tú y el destino me tienen deparado.