Somos como el Sol y la Luna…
Como cuando la Luna sale y el Sol se esconde, como cuando la Luna alumbra mi anochecer, como cuando el Sol alumbra tu día. Como cuando las cosas no son imposibles, pero tampoco pueden ser posibles en el momento. No hay un lugar en ti para mí, en tu intriga y atracción.
Somos como una historia ficticia que sólo se puede imaginar y pensar, mas nunca podrá suceder. En eso te has convertido ahora, te has convertido en mi amor platónico. Nos hemos conocido, nos gustamos, mas nunca podrá suceder algo entre tú y yo.
No quisiera limitarme a comenzar a quererte en forma silenciosa. Si supieras la impotencia que sufro al no poder decirte todas las cosas hermosas que he logrado pensar sobre ti. De verdad que quisiera ganarme tu cariño, pero creo que no pasará.
A pesar del poco tiempo que llevo conociéndote, de alguna manera me has llamado la atención y siento un poco de rabia al saber que no podrás valorar mis sentimientos. Me gustaría saber si en mí tú piensas y si ese pensamiento acaso es sutil.
En ratos te recuerdo y a veces pienso que debería conformarme con verte sólo en imágenes a través de esta pantalla. Pero trataré de sacarte de mi mente, porque un cariño así a medias y en migajas sólo daña y destruye.
Quisiera que un día pasara algo mágico entre tú y yo, algo como un beso apasionado, esos que te roban el aliento y te dejan sin aire, de esos que casi te matan pero eso nunca pasará es mucho pedir.
Lo siento, soy de esta manera, pero me limito a decirte más de lo pensado. No quiero falsas ilusiones. No te puedo pretender, no en esta ocasión, quizá en una vida por delante lo haga pero hoy no.
Sólo espero que seas feliz, que algún día encuentres a ese muchacho especial con el que siempre has soñado. Entristece saber que ese muchacho no pude ser yo, pero a veces las cosas no pueden ser como uno quisiera que fueran.
Sólo no me juzgues por decir adiós de esta manera, pero entiende que no es fácil tratar de buscar una esperanza de un anhelado “sí” cuando sabes que te pueden responder “no”.
Porque somos como la Luna y el Sol, que son dos amantes que están cerca, pero nunca estarán juntos.
Recuerda que entre el Sol y la Luna suceden eclipses y es por eso que yo quiero ser tu Sol y deseo que tú seas mi Luna.