Te he llegado a odiar…
A veces me siento tan cansado de ti,
cansado de que no me llames, de que no me extrañes y
sobre todo de que no me necesites en tu vida, así como yo te necesito en la mía.
A veces te he llegado a odiar, porque no puedes sentir las mismas cosas que yo siento;
pero te entiendo, sé que tú tienes una vida y yo sólo soy un simple soñador
que llegó de pronto a tus ojos, a tu voz; pero que jamas podrá ser parte de tu vida.