Te he mirado por horas
He estado mirándote hace horas, creo.
Ahí estás como saboreando el sueño. Pareces cómodo y en un espacio confortable aunque a mi gusto, algo estrecho. Mientras te veo descansar pienso en la primera vez que sostuve una conversación contigo. Nos habíamos visto muchas veces ya pero nunca hablamos. Ese día, esa fiesta, esa música o tal vez esa copa, todo se predispuso para que ese día fuera el primero de muchos más juntos.
Han pasado ya siete años desde ese día y te amo más que nunca. Te has convertido en todo mi universo. A tu lado he vivido verdaderamente, he llorado y he reído. He conocidos lo más dulce y lo más amargo del amor. He conocido el amor en sí mismo. Me has enseñado tanto. Entre tantas cosas a recordar y reír, a ser víctima de mis propios chistes y a ser tu más fiel cómplice en travesuras, en las mentiras, al hacernos el amor.
Siempre sonríes. Tu risa es memorable. Pareces un niño cuando recuerdas viejas andanzas con tus amigos. Amo verte sonreír porque me llenas el alma.
Veo ahora tu rostro pacífico, tu cuerpo, ese cuerpo que tantas veces he abrazado en plena tranquilidad. Tus labios, los que tantas veces han rozado los míos y tus brazos en los que muchas veces sacié mi llanto. Estás aquí tan perfecto. Llevo horas mirándote. Debes saber amor mío que estoy profundamente enamorada de ti, hoy más que nunca.
Hoy más que nunca te amo. Porque hoy sé lo que he perdido, lo que la vida me ha quitado.
Llevo horas mirándote. Han pasado siete años desde que comencé a amarte y fueron los mejores de mi vida. Fue maravilloso cada segundo a tu lado así que me es difícil comprender que ya no estarás más conmigo. Que tus ojos estén cerrados para no abrirse jamás y que tu cuerpo este inmóvil e inerte, nunca más junto al mío. Estás ahí en este frío y estrecho ataúd. Mi amor, por qué me has dejado?
Te he mirado horas, porque esto debe ser un mal sueño e imagino verte despertar. No puedes estar muerto. No puedes abandonar la vida que viviríamos juntos.
Ya lo sé. Debo dejarte ir. Me han dicho que es el momento de decir adiós… y es que; te he mirado por horas, las horas más tristes de mi vida entera, estas mismas horas en que he descubierto que nunca más te miraré por horas.