Te invito a que salgas
Llevo días pensando, llorando, totalmente ida e inmersa en mis propios pensamientos tratando de encontrar respuestas, ya ni si quiera a preguntas sobre qué fue lo que nos pasó, sino a preguntas tales cómo podríamos recuperarnos, cómo perdonarnos, cómo comenzar de nuevo y sabes no encuentro respuesta y creo que cada que hablo contigo me doy cuenta que tú tampoco tienes respuesta, es más creo que ni si quiera te interesa tener una respuesta.
Así que después de estos días, de ausencias, de lágrimas, de pensamientos confusos, de laberintos en mis sentimientos y de infinidad de preguntas sin respuestas pues me doy cuenta que ya no hay mucho que hacer… y lo único que se me ocurre es en verdad retirarme, a mí me queda claro que tú ya tienes una vida hecha y recuperada sin mí en ella y por más que quiera tener un lugar no lo voy a tener… así que tienes razón, estamos tan desgastados que lo mejor es que aquí la dejemos….
Me duele en el alma y el corazón ya no hablar contigo, no verte, que no me quieras, que ya no me ames y que ya no tengas esas ganas de estar conmigo, pero creo que más me duele tu indiferencia, tus ausencias de respuestas y el poco interés para platicar conmigo… así que quizás como dices, me estoy yendo al extremo pero ya vimos que no sé otra manera de hacerlo, no podemos tener una conversación sin que regresemos al punto incómodo y eso solamente me está destrozando cada vez más (y mira que mi corazón está ya bastante dañado).
Así que te invito amablemente a que salgas de mi vida y a por favor cierra con llave cuando salgas porque a partir de hoy mi alma y corazón tendrán el letrero de «Peligro, demolición».