Te propongo algo…
Entonces estabas parado frente a mí y pude ver a través de tu nombre, vi cómo se marchaban los malos ratos, los horribles recuerdos de mi infancia y fue ese el momento en el que supe con certeza que te amaba; fue ese instante en el que entendí el porqué de tantos amores fallidos y tanta soledad acumulada.
¡Sí amor! Todo este tiempo he estado esperando tu llegada y este amor puro que me das. En pocas palabras, estuve esperando por ti. Algunos creen que exagero cuando hablo de ti, que es una locura que tengas tantas virtudes y tantos defectos perfectos; por lo general, la mayoría de las personas suele creer que mi criterio sobre ti es sólo el producto de este amor loco que siento, pero ¿desde cuándo el amor no es una locura?
Aclaro que no por decir eso, estoy afirmando que estoy loca, ¡no, definitivamente no! Pues desde que yo te conocí, la cordura comenzó a ser mi amiga; porque déjame decirte que desde que entraste a mi vida, mis pies y el suelo se juntaron para hacerse uno mismo. Tal vez haya quienes te digan que no te quiero, habrá algunos otros que crean que es todo menos amor lo que siento, y a lo mejor otros cuantos te dirán que te miento, pero aquí lo único que importa es que tú sepas lo real que es este sentimiento.
Querido amor mío, yo sé que aceptar que se ama es difícil, que da miedo amar a alguien a rienda suelta, pero este mundo gira y jamás se detiene, es mejor enamorarte ahora y vivirlo, que cuidarte y jamás sentirlo; así que yo te propongo algo; Hagamos de este amor una vivencia única y dejemos que nuestra sangre fluya…
Mientras nos unimos en un glorioso beso que selle este pacto de amor verdadero.