Tu adiós me hizo mejorar…
Aunque al principio parecía que no me recuperaría, hoy estoy mejor. Tu adiós fue un impulso, un empujoncito que me llevó a ser mejor, a luchar por lo que realmente quiero.
Tengo que admitir que no fue fácil, y tuve que utilizar casi todas las fuerzas que había en mí; fue desgastante tener que recordarme a diario lo valiosa que era, obligarme a salir de la cama, a hacer las actividades más básicas. Y en la búsqueda de tu olvido, dejé de vivir por y para ti y me convertí nuevamente en el centro de mi vida. Te hice completamente a un lado y retomé mis pasiones y todo lo que antes de tu llegada me hacía feliz.
Me concentré en lo que es realmente importante, y todo empieza a encajar perfectamente. Ya no tengo que acomodar mi tiempo con el tuyo, quizá suene egoísta. pero ahora lo más importante para mí soy yo, yo y mis sueños. Aprendí a amar lo que soy y a ser feliz conmigo misma, finalmente entendí que ser responsable de tu propia sonrisa, es mejor que esperar que alguien más la cause.