Un abrazo enamorado
Hay muchos abrazos y muchas formas de clasificarlos: Está el abrazo incondicional, ése que recibes de tus padres, que sirve para todo. Cura tristezas, brinda apoyo y protección, bueno para las alegrías y para las tristezas; está el abrazo de amigos sincero y efusivo; el de la familia con un apretón. Pero del que quiero platicarte es del abrazo enamorado, ¿lo has sentido?
Es extraño, ya había olvidado lo que era sentir un cuerpo cálido junto al mío, pasé tanto tiempo en ayuno de abrazos de esos… Enamorados, que francamente ya no eran parte de mi rutina, dejaron de ser una necesidad al no recordar esa sensación, hasta ese día.
Fue un abrazo fuerte, un abrazo que dice «cuánto te extrañé» me hizo recordar esa magia, ¡tenía todo! Estaba cargado de alegría, ternura, deseo, pasión, amistad y amor, todo en un sólo abrazo. Me hizo sentir que ese era mi lugar, ahí me quería quedar… Entre sus brazos. No quería que pasara el tiempo, deseaba congelar ese momento y ese abrazo, guardarlo en mi memoria y grabarlo en mi cuerpo para nunca olvidarlo, justo ahí empezaron a llegar los recuerdos y las sensaciones de lo que significa un abrazo enamorado.
Es ese que te hace sentir que nada malo puede pasar, que calma tus miedos y te da la certeza que estás segura, que alimenta tu cuerpo y tu alma sin decir una sola palabra, que te arranca suspiros y te roba sonrisas, que llega directo al corazón; sientes que es para ti y tú para él, no existe el tiempo todo pasa a segundo plano, te da bienestar y repara el dolor, no quieres que te suelte te llena, ¡te hace feliz!