¿Un clavo que saca a otro clavo? o ¿Media naranja?
¿Qué pasa con los clavos y las naranjas?
Después de una ruptura, todos te dicen que no te preocupes, que hay muchas personas más, que salgas con gente nueva, que conozcas gente nueva, que un clavo saca otro clavo y que no era tu media naranja, que después la encontrarás.
Y entonces tú vas por la vida buscando clavos… Intentas con algunos, no pierdes la esperanza, intentas deshacerte de ese clavo, pero… ¿Realmente los clavos se sacan mutuamente?
Yo no creo, o quizá sí, depende de qué tan profundo se halle, si sólo es superficial, entonces sí es fácil que otro clavo lo saque, no hay mucho a que aferrarse y hacerlo salir es una tarea muy fácil, probablemente ni se necesite de otro clavo. Y la marca que dejara será apenas un puntito, no será muy notorio que ya no está.
Pero ¿qué pasa cuando el clavo se halla en lo más profundo, cuando se metió hasta el fondo?, yo no creo que otro clavo lo pueda sacar, quizá con mucho esfuerzo, trabajo, dedicación y tiempo lo logre hacer salir, pero al salir quedaría una horrible marca, se notaría su ausencia, pero nada que no se pueda arreglar con un lindo cuadro.
Y con la naranja es lo mismo, encontrar una mitad que te complemente perfectamente está difícil. Y todos creemos que si la mitad anterior no fue la exacta, entonces otro lo será
Los clavos son como las naranjas, vas por el mundo buscando o la media naranja o el clavo, lo que aparezca primero. Y al final todos terminamos convertidos en dulces medias naranjitas, y en clavos buscando descalabrar.
Lo que no sabemos es que normalmente las cosas y las personas (incluidos clavos y naranjas) llegan a nuestra vida, cuando menos las esperamos, cuando no buscamos nada.