Una niña de 30
Yo no había besado a nadie todavía y estaba a punto de cumplir los 30 años, siempre me he alejado de casi todos los que me interesan o les intereso por falta de experiencia. Puedo ser muy inteligente, tener conversaciones de todo tipo, dar los mejores consejos, entre muchas otras cualidades… pero ningún hombre (a menos que me ame mucho) se atrevería a enseñarme todo aquello que no sé y más de la mitad de mi edad ya lo vivió por enésima vez. Tal vez era sólo eso lo que me convertía en una niña de 30 años.
No es que tuviera prisa, pero sólo pienso en todas aquellas oportunidades que he perdido por esperar a tener experiencia y no arruinar todo con alguien que me importe y que realmente no quiera que se vaya.
He pensado en pedir ayuda, pero ¿a quién? Creo que nadie se atrevería a aceptar mi descabellada propuesta, sólo los borrachos ahogados en alcohol aceptarían enseñar a una niña de casi 30 años a besar.
Pero después entro en conflicto por muchas cosas: Ese tipo de recuerdos no debe de ser con cualquier persona, seguro mañana no se acordará de lo mal que lo hice, pero yo sí me acordaré para toda la vida ¡que locura! No sé que hacer.
Quiero aprender para llegar y darte un gran beso, sorprenderte de repente después de un par de tequilas que haya aumentado mi valor y al otro día tomarlo de excusa, cuando sobria ya lo había pensado mil veces, soñado otras tantas, y saber a qué sabe tu boca, a qué sabe besar a alguien que te guste, a alguien a quién le gustes y alguien que te ame, alguien a quien ames…
¿Por qué de un beso se enamoran? ¿Por qué después de un beso pueden huir?