El beso.

¿Ya c..." /> Y al reencontrarte… Un beso – El Perla Negra


Síguenos en Facebook:


Historias

Publicado en octubre 28th, 2015 | by Itzel Dueñas

Y al reencontrarte… Un beso

El beso.

¿Ya cuánto tiempo? ¿Años? ¿Meses? Honestamente en ese momento no importaba. Quién iba a pensar que aquí te vendría a encontrar… Aquí, en este lugar. Tu mirada era confusa, reflejando el movimiento de distintas emociones en las pupilas: sorpresa, nostalgia, miedo, confusión, curiosidad.

Cuentas Netflix

Tu cabello era algo distinto, pero no sabía qué era lo diferente en él. Estaba demasiado ocupada en recorrerte con mis ojos y mi ansiedad. Nos acercamos y me diste un cálido abrazo, uno honesto. Te sentí contra mi cuerpo e inmediatamente recordé extrañar esa sensación, el ensamblaje de dos piezas de rompecabezas. Quería que ese momento durara hasta que la pila de mi reloj que llevaba en la muñeca se agotara, que el rompecabezas no se desarmara y que la sed que sentía en mis entrañas por tu olor siguiera alimentándose.

Todo esto con tan sólo tu abrazo, tu cercanía. La sonrisa en mis labios se hizo inminente, fija e indestructible. Escuché tu voz, preguntar cómo había estado y entró como nota musical recorriendo cada hueso debajo de mi piel. «Bien» te contesté… ¿Sólo bien? Creo que decir bien es sólo demostrar que has estado realmente mal.

61830041

Me da risa al recordarlo. Tus ojos se iluminaron expresando realmente gusto. Sabías que necesitaba un helado de ese lugar y me tomaste del brazo jalándome hacia él. «Vamos, prometo no quitarte la punta del cono de tu helado», dijiste y volamos entre gente y arboles despojándose de sus hojas. De pithaya lo pediste, recordabas que era mi favorito. Nos sentamos en el parque de enfrente y caminamos por una vereda que parecía cómplice de nuestro dulce encuentro, pues parecía no terminar. Saboreba mi helado y una gota de la exquisita consistencia recorrió mi labio inferior hasta mi barbilla.

Te quedaste mirando el lento recorrido de ella como un vampiro sin haberse alimentado en mucho tiempo, sin haberse robado un alma. No pasó mucho tiempo para que yo sintiera lo helado de tus labios seguir el caminito de la dichosa gotita de pitahaya, para que tal como un vampiro me robarás el alma. Sentí la vida y la muerte en mi boca al mismo tiempo. Sentí la espera y el segundo, la esperanza, el aliento y el grito. Sentí tu mente y tus palabras, la distancia y tu piel pegada con la mía.

Yo ya no podía pensar en otra cosa, no podía buscar consciencia alguna, se me había ido, volando junto con las hojas. Ya no podía dejarte ir, ya no podía seguir si el alma ya me habías robado; sí, ahora la tenías tú y yo quería irme junto con ella, contigo. Consiguiente en un lapso que me hace volver a donde estábamos y perderme en tu rostro, tomando mis manos, despegas tu cara de la mía y sonriendo abres la boca para decirme algo. Quiero escucharlo, agudizo mis oídos y entonces…

Despierto.


Cuentas Netflix


Publicado por



Subir ↑