Cariño

Si te digo que te quiero no me lo vas a creer, pero te lo voy a decir porque es la verdad: te quiero, tanto que me quedo con el alma en un hilo cuando me entero que te vas lejos y suplico que regreses pronto y con bien, porque no aguanto saberte lejos o mal, tanto que me alegro de tu éxito con toda sinceridad, tanto que si te veo con otra primero siento celos y luego respiro y digo que ojalá sí te quedas en sus brazos, que te quiera en serio.

Sé que no me lo vas a creer y que con toda razón me cuestionarás, porque sí, según yo te quiero de una forma que ni yo puedo controlar, no te busco ni voy a verte cuando tú lo haces; pero aunque suene a contradicción, no lo hago justo porque te quiero.

Cariño, esta vida ya no va a cambiar como quisiera, ni tú ni yo podemos regresar el tiempo. Las cosas buenas y malas que hemos hecho siempre van a estar ahí haciendo sombra y aunque ya no volvamos a hacerlas ni ser los de antes, no podremos cambiar que ya están hechas.

No te gustan las mujeres que han vivido lo que yo, no puedes sopotar eso y si te quedas conmigo yo no te lo podré quitar porque lo hecho hecho está y porque seguramente estaré ocupada pensando en el futuro y queriéndote a pesar de tus defectos y errores del ayer.

Allá tú si te quieres estacar en la tristeza por el pasado, te lo respeto, pero también tú respeta que yo no lo quiera hacer. En fin, el punto es que te quiero tanto que si no me vas a querer con mi historia…